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Experiencias de transformación social en el oriente venezolano

Foto 1_Líderes de la comunidad La Locación , La Pica, estado Monagas_Crédito Fundación Centro Gumilla(1)

En la reciente visita del Equipo Nacional de Formación a dos entidades de la región oriental del país donde la Fundación Centro Gumilla lleva adelante acciones comunitarias, constatamos las experiencias del trabajo realizado en tres sectores donde, aunque con procesos diferentes, destaca la participación de sus propios protagonistas: la gente.

Wilmer Daniel Ramírez

La Locación: consolidación de un camino largo, pero fructífero

Visitar a la comunidad de La Locación en La Pica, estado Monagas, deja el gusto por el trabajo bien hecho durante años, comprendiendo en todo su esplendor la importancia del acompañamiento en los procesos sociales que se gestan como resultado de las formaciones ofrecidas por la Fundación Centro Gumilla (FCG). Sin duda fue de gran satisfacción ver cómo cinco jóvenes –totalmente empoderados– agradecían por la formación recibida a través de los programas: Liderazgo para la Transformación (LPT), Reconstrucción del Tejido Social (RTS) y Fortalecimiento de la Organización Comunitaria (FOCO) en sus versiones básico y diplomado, con lo cual han fortalecido sus dones y talentos, tras adquirir herramientas teórico-prácticas que son puestas al servicio de toda la comunidad.

Experiencias de transformación social en el oriente venezolano
Crédito: Fundación Centro Gumilla

Recorrer los espacios de este pequeño sector de La Locación y ver cómo se llevan a cabo proyectos sencillos, pero de gran impacto vinculados a la producción agrícola a corto plazo, el emprendimiento social y el mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad, nos permite seguir apostando por la posibilidad en medio de lo imposible. Estos jóvenes, junto a otros líderes del sector, lograron organizar su trabajo en tres poderosas dimensiones. La primera de ellas es la educativa, estableciendo alianzas con la escuela para “Ayudar a aprender” a través del reforzamiento escolar y la atención primaria a los escolares de la zona. La segunda, la dimensión constructiva, para “Ayudar a construir”, la cual se encuentra actualmente en fase de acompañamiento técnico con un grupo de expertos, para la construcción de bloques de adobe a gran escala, con miras a trascender del modo artesanal vigente; esto con dos objetivos fundamentales: dignificar la situación de viviendas de algunos vecinos de la comunidad y la elaboración de estufas domésticas, que permitan disminuir el consumo de leña y la deforestación en la zona, contribuyendo además con el cuidado de la casa común. La última dimensión es la agroalimentaria, para “Ayudar a vivir”, centrada en elementos vitales como la salud y la alimentación, lo cual fue posible gracias a la articulación de acuerdos con los agricultores y productores de la zona, quienes venden a precios razonables sus productos con la finalidad de contrarrestar la amenaza de la desnutrición en sus habitantes. También se ha trabajado en conjunto con el personal del dispensario médico en temas de despistajes y vacunación.

Otro proyecto que está tomando fuerza está relacionado al tema del agua. Actualmente, trabajan en conjunto con asesorías técnicas y formativas que permitan captar, almacenar y hacer buen uso del vital líquido para beneficiar equitativamente a toda la comunidad.

Vemos con total orgullo el trabajo y el esfuerzo de la gente de La Locación, que desarrollan sus acciones de manera consorciada donde su propia gente es la protagonista de cada proceso, todo bajo los parámetros de la fraternidad y el bien común que permitirá a futuras generaciones proyectar a esta zona como referente del verdadero trabajo comunitario.

Barrio Sur: la expresión más genuina del trabajo comunitario

Experiencias de transformación social en el oriente venezolano
Crédito: Fundación Centro Gumilla

Con la incorporación de esta comunidad ubicada en la población de El Tigrito, estado Anzoátegui, al desarrollo de las actividades del proyecto “Voces Ciudadanas” de la FCG, hemos visto cómo se van gestando acciones para la articulación comunitaria, lo cual se pudo evidenciar a través de experiencias narradas por los propios protagonistas que hacen vida en el sector quienes, a su vez, forman parte de las salas situacionales y los laboratorios de propuestas, la detección de problemáticas que afectan a la comunidad en torno al acceso a los servicios públicos y otras situaciones que les afectan, y cómo ellos son capaces de dar respuesta y solución a dichas realidades.

De esta manera, y como producto del acompañamiento brindado por el equipo regional de formación y la ejecución de nuestras propuestas formativas, observamos cómo tres comunidades vecinas (Barrio Sur, Barrio Blanco y Barrio Los Inmigrantes) lograron dirimir sus diferencias y encontrar puntos en común, identificaron cuáles eran las principales situaciones que los aquejaban y –juntos– trabajaron por encontrar soluciones a las problemáticas.

Destacamos, sobre todo, el impacto que ha tenido el programa de Reconstrucción del Tejido Social (RTS) en esta experiencia, el cual permitió gestar en algunos líderes comunitarios la necesidad de “sentarse” para procurar acuerdos y mirar el horizonte común. La plaza principal del barrio es la expresión tangible de los resultados de la formación recibida, ya que esta es la frontera entre las tres localidades mencionadas y, debido a las rivalidades que presentaban, originalmente era espacio de todos y de nadie a la vez; tanto que cada sector tenía asignado una cantidad de horas durante el día para estar en el espacio y así evitar conflictos intercomunitarios. Además, el lugar se había convertido en un vertedero de basura, ya que no existía sentido de pertenencia ni comunicación entre sus pobladores.

Comentaba una de las presentes que gracias al apoyo de la FCG, a través de las formaciones impartidas lograron organizar una jornada de limpieza y adecuación de los espacios de la plaza, con apoyo de los vecinos de estos tres sectores, en el marco de la festividad de la Virgen del Valle, patrona del oriente venezolano; considerando esta acción como una de las primeras muestras de acercamiento entre los líderes de la comunidad producto del encuentro, el diálogo y la negociación propiciados por la FCG en la zona.

Ávidos de formación, se contempla la necesidad de organizar otros espacios formativos en materia de derechos humanos y organización comunitaria. Por tal motivo, se ofreció el programa de Fortalecimiento de la Organización Comunitaria (FOCO), el cual permitió brindar las herramientas necesarias que permitirían identificar las realidades de sus propias comunidades y priorizar aquellas a las que ellos mismos podrían dar solución, todo esto enmarcado en el conocimiento de sus derechos y deberes ciudadanos.

Durante las fases diagnósticas, las comunidades encontraron que juntos podían solucionar la problemática en la escuela de la comunidad, la cual estaba desasistida y abandonada por el Estado, así como otras situaciones vinculadas con la basura, las aguas servidas y el abandono de los adultos mayores por parte de sus familiares, generando propuestas a través de proyectos y alianzas que permitieron, permiten y permitirán en el futuro encontrar soluciones a problemáticas comunes.

Uno de los frutos del trabajo realizado en la comunidad es la creación de la fundación “Esperanza de vida 2030”, dirigida por los propios líderes del sector con el fin de fortalecer las capacidades de los habitantes de la comunidad en temas vinculados al ámbito educativo, deportivo y cultural, lo que ha permitido fomentar la comunicación y la unión entre los vecinos.

San Miguel II: sembrando la semilla de lo posible

Experiencias de transformación social en el oriente venezolano
Crédito: Fundación Centro Gumilla

En nuestro deseo de seguir aportando al país a través de la formación de comunidades vulnerables, observamos con gran interés cómo los habitantes del sector San Miguel II apuestan por la consolidación de su comunidad organizada. En esta oportunidad, visitamos el sector donde se congregaron diversos vecinos para escuchar la propuesta que la FCG ofrece, dejando clara nuestra misión y trayectoria; no obstante, como en todo proceso de capacitación, se realizará el diagnóstico focal que permita determinar las necesidades formativas, las cuales estarán predeterminadas por el acompañamiento de nuestro personal en la zona a los futuros procesos y proyectos que puedan gestarse.

Una de las características que posee la FCG en cuanto a la vinculación con la comunidad es su apertura a todo tipo de creencias e ideologías, una realidad encontrada en todo su esplendor en esta comunidad, donde convergen oficialistas y opositores; cristianos católicos y evangélicos, que ponen por encima de todo su deseo de vivir en un espacio donde reine la justicia, la paz, la dignidad y el bien común.

Nuestro equipo dinamizador

Los procesos gestados en estas comunidades son posibles gracias al apoyo y la colaboración del equipo local de la FCG, liderado por nuestro coordinador Alfredo Bizcochea, responsable de la zona, y los promotores comunitarios César Velásquez y Lilian Cova, quienes junto a nuestros facilitadores y expertos acompañan cada tema impartido. Imposible olvidar en esta visita a la ingeniera Cecilia Rivero y a la profesora Gisela Flores, quienes se han convertido en íconos de compromiso social en estos espacios y que, sin duda, han contagiado con su optimismo, confianza y determinación a los líderes vecinales de estos sectores vulnerables de Maturín y El Tigre.

Alianzas oportunas

El éxito de nuestros programas en las comunidades del oriente venezolano ha sido posible gracias a la vinculación –necesaria– con otras personas e instituciones que comparten los mismos deseos de acción y compromiso social. Hoy reconocemos con profunda satisfacción cómo se están tejiendo redes humanas que van dando respuesta a situaciones particulares, como lo hace el equipo de Planificadores de Monagas y los estudiantes de la UNEFA quienes brindan su apoyo como parte de su labor social, contribuyendo con la ejecución de las actividades planificadas.

En este sentido, notamos con principal agrado el interés de la Iglesia católica y su incorporación en la propuesta formativa a través de la persona de Monseñor José Romero, obispo de la diócesis de El Tigre, quien agradeció la presencia de la Fundación Centro Gumilla en su zona pastoral e invitó a organizar una presentación de la institución en su próxima reunión de clero para evaluar la posibilidad de formar agentes pastorales en su trabajo con la comunidad. También aprovechamos el encuentro para compartir ideas en beneficio de las comunidades más vulnerables.

Instados por Monseñor Romero tuvimos la oportunidad de encontrarnos con el padre José Gregorio Medina, párroco de la iglesia San José de Guanipa –dado que los sectores de impacto del Proyecto “Voces Ciudadanas” están en su jurisdicción pastoral–, quien nos recibió con profunda alegría y agradecimiento, demostrando gran interés por el trabajo realizado por la FCG en su comunidad parroquial. Luego de un tiempo de interacción, donde recordó la importancia y el impacto de la revista SIC y los cuadernos de Formación Sociopolítica en su experiencia personal y religiosa, nos acompañó a la casa comunal donde nos esperaban los líderes vecinales.

Para nosotros es preciso narrar este acontecimiento, ya que pudo evidenciarse –de primera mano– el compromiso de los vecinos con el trabajo social y su interés por articular esfuerzos con los agentes pastorales y las diversas organizaciones que tiene la Iglesia. “Porque la misión de la Iglesia es evangelizar […]” y “[…] la parroquia debe estar en ‘contacto con los hogares y con la vida del pueblo’”, para que “[…] no se convierta en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos”1.


Nota:

  1. Papa Francisco. Encíclica Evangelii Gaudium.

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