Willmary Comus
Tengo un tiempo, o quizá desde toda mi vida, pero hace poco más de 1 año con más intensidad, escuchando, leyendo o bien diciendo yo misma, que “la solución a todo esto, está en nosotros mismos y cuando hablo de “esto” me refiero a nuestra carcomida vida como ciudadanos venezolanos.
Está “en nosotros mismos” como fórmula mágica y definitiva de nuestros problemas, pero que no tenemos muy claro el cómo sería eso… En nosotros mismos, como supongo habrán pensado y sentido los ciudadanos de la Chile de Pinochet, los sudafricanos de la Sudáfrica de Mandela, los rumanos de la Rumania de Ceausescu, los peruanos del Perú de Fujimori o más actualmente los colombianos de la Colombia del Santos que se va y el Duque que llega.
Hoy a poco más de un mes de las controversiales elecciones presidenciales la situación lejos de mejorar, empeora, lejos de tener visible la solución, no se ve con claridad y los intentos de predicciones, como esa de que uno de los dos más importantes hombres de autoridad sacaría al otro del poder, se extravían en la cruda realidad que supera todo análisis formal.
No obstante, tanto realismo cruel y exasperante, el pasado 20 de junio pude ver en diferido un vídeo donde ciudadanos japoneses, presentes en el stadium donde se disputó el juego Japón- Colombia, en el que los primeros les ganaron a los segundos 2 a 1, recogían la basura dejada por el público asistente. Paradójicamente en ese mismo juego, ciudadanos colombianos, pese a las fuertes restricciones de seguridad rusas, ingresaron al stadium, licor camuflajeado en unos binoculares y encima lo grabaron cual hazaña nacional, lo que ocasionó que el gobierno colombiano informara sentir vergüenza de sus connacionales por la actitud irrespetuosa que demostraron e inmediatamente después, Avianca, empresa para la que labora uno de esos colombianos infractores, le despide para evitar ser ligada con semejante conducta.
Es así como pudimos ver lecciones por todos lados. Primero Japón, que no deja de sorprender, porque no solo le gana el juego a Colombia, sino que algunos de sus comunes espectadores, dan real y contundente lección de ciudadanía a todo el Universo, en vivo y en directo, al igual que los ciudadanos senegalese, que luego me enteré habían hecho lo mismo al finalizar el juego Senegal- Polonia, en el que los primeros ganaron a los segundos 2 a 1. Y por último las respuestas del gobierno colombiano expresando su vergüenza por la conducta reprochable del infractor y la de la empresa colombiana que le despide porque ser un mal ejemplo para la organización.
Tanto la conducta de los japoneses y colombianos, así como la de los senegaleses que aquí resalto, fueron realizadas independientemente de las instrucciones que hubieran recibido de sus respectivos gobiernos o autoridades internas. Pudiera decirse que fueron naturales, propias de una manera “normal” de hacer las cosas, aunque hayan sido aprendidas a lo largo del tiempo. Parece entonces que ese “está en nosotros mismos”, comienza por acciones individuales que generen reacción en mi entorno.
Ahora bien, no podemos negar que cada pueblo, se comporta conforme a su cultura ancestral mezclada con los nuevos tiempos y que algunos dirán que en estos y otros casos las comparaciones son odiosas, pero es necesario hacerlas cuando se trata de darle forma a eso de que la solución a nuestros conflictos “está en nosotros mismos”, porque esa fórmula debemos hacerla realidad y ponerla en práctica y eso aunque lo repitamos mucho, aunque a veces nos pareciera un imposible, efectivamente empieza por “nosotros mismos”.
Por lo tanto, es una decisión personal, si en vez de arrancar mi carro con el semáforo en rojo, decido esperar que cambie a luz verde, o si en vez de gritarle a mi hijo, le tengo paciencia y le explico con autoridad y amor sobre su conducta, si en vez de comerciar o bien bachaquear exprimiéndole la sangre a mis congéneres, cobro lo justo. Es una decisión personal si después del acto de beatificación de Carmen Rendiles, en vez de salir satisfecho y feliz por tan grande ocasión y lleno del espíritu santo, pero con el stadium sucio, decido salir igual, pero con el stadium limpio.
¡También empieza por nosotros mismos entender que, aunque al algunos la remesa le permita comprar a precios dolarizados los bienes que se venden en bolívares, no por eso dejan de ser híper costosos y no todos los podemos comprar y que sin compasión y sin solidaridad no podremos encontrarle la solución a esto!
Fuente: https://soyciudadanohoy.blogspot.com/2018/06/esta-en-nosotros-mismos.html