Los más de 600 enfermos renales del estado Táchira “empezaron la cuenta regresiva para morir”, denunció el diputado Franklin Duarte, luego de que fueran informados el pasado martes que sólo quedaba un tratamiento para ser aplicado en el transcurso de esta semana.
Duarte cuestionó la actuación del Defensor del Pueblo y a la Fiscalía tachirense, porque a su juicio, no se ocupan de la situación de los pacientes renales estableciendo las debidas exigencias ante el Ministerio del Poder Popular para la Salud, el Instituto Venezolano del Seguro Social (IVSS) e inclusive, la Presidencia de la República.
“Para prolongar la última diálisis que será aplicada a este grupo de personas, ellos decidieron que fuera el próximo sábado la fecha en la que sea suministrado el tratamiento, quedando en adelante a la buena de Dios…casi con una sentencia de muerte a cuestas”, denunció el parlamentario.
En Caracas, la respuesta que les han dado a los pacientes renales -precisó Duarte- es que deben esperar “como si la situación no se tratara de vida o muerte, como si con la vida se puede jugar y esperar. Acto inhumano de quienes no han padecido en carne propia el dolor de tener un familiar al borde de la muerte, gracias a la incapacidad de quienes gobiernan Venezuela”.
A la situación que se está presentando en Táchira, se suman más de 15 mil pacientes a nivel nacional, además de quienes ya han sido trasplantados que no tienen el medicamento suprarrenal, tratamiento que se debe suministrar de por vida y sólo se consigue en Colombia (Cúcuta) a un costo de 10.000.000 de bolívares, monto de difícil adquisición para los pacientes venezolanos.
“Sin el tratamiento suprarrenal quienes ya han sido trasplantados corren el riesgo de caer nuevamente en diálisis y como no hay, pues también están signados por la muerte”, alertó finalmente el legislador.
Fuente: www.asambleanacional.gob.ve