Como en ocasiones anteriores, el Observatorio Electoral Venezolano (OEV) miró y calibró el proceso electoral que culminó el día 6 de diciembre del año 2015 con el nombramiento de una nueva Asamblea Nacional. El resultado de su labor quedó recogido en un informe entregado al Consejo Nacional Electoral (CNE), disponible para quienes lo quieran consultar en la página de la organización (www.oevenezolano.org). Expresando en muy pocas palabras lo que allí fue escrito, el referido evento electoral se caracterizó por el alto porcentaje de ciudadanos que acudió a las urnas, por las desiguales condiciones en lo que respecta a la participación de los distintos actores políticos (con evidente ventaja para los grupos alineados del lado del oficialismo), revelando la parcialidad y las limitaciones del CNE como árbitro institucional, y por la fortaleza de la plataforma tecnológica que automatiza las diferentes fases del acto de votación, la cual dejó fuera de toda duda que el sufragio se cuenta, es secreto y se audita.
Las mencionadas elecciones tuvieron lugar en un contexto muy complejo caracterizado por una severa crisis política, económica, social e institucional, la más grave que haya tenido Venezuela en el último tramo de su historia. Los sectores de oposición triunfaron en las urnas, rompiendo el control sobre los poderes públicos que el gobierno había tenido, de manera absoluta, a lo largo de más de década y media. Por otro lado, alcanzaron una clara mayoría en el voto nacional, desplazando al chavismo como primera fuerza, hecho que redefine en forma significativa el paisaje político nacional, incluyendo, desde luego, los esquemas de gobernabilidad del país. A partir de los comicios del 6D la situación nacional ha empezado a dejar de ser lo que fue desde el año 1999 y ha pasado a regirse en función de claves políticas diferentes.
En el marco de lo expresado anteriormente toma sentido esta publicación. En la misma se trata de pensar sobre el sistema electoral venezolano, en buena medida, aunque no solo, a partir de lo ocurrido en esos últimos comicios parlamentarios. Al considerarlo, tanto desde el ángulo netamente electoral como desde el ángulo político, ofrece razones que abonan la necesidad de revisar los andamios de la institucionalidad que rige nuestros comicios. En función del objetivo indicado, el OEV convocó a algunas personas de competencia probada en el tema electoral para que elaborarán un ensayo examinándolo desde su punto de vista y con absoluta libertad, con respecto a un área que consideraran relevante.
Así, desfilan por estas páginas José María Cadenas, Eglée González Lobato, Luis Salamanca, Marcos Gómez, Miguel Cañas, Mario Torre, Luis E. Lander, Héctor Vanolli, Mariengracia Chirinos, Mireya Lozada, Héctor Gabriel Briceño Montesinos, Dimitris V. Pantoulas y Alfredo Infante. Desde su perspectiva y sin que su opinión comprometa al OEV, dichos autores abordan un menú amplio de asuntos: el nombramiento de los rectores del CNE visto desde la tensión entre la sociedad civil y el Estado; la actuación de los poderes del Estado, distintos al CNE, en el proceso electoral; el sistema del voto electrónico; la violación, reiterando lo ya ocurrido en la parlamentarios de 2010, a la representación proporcional pautada por nuestra Constitución; las condiciones en las que se da el tránsito del clientelismo electoral a la ciudadanía democrática; la polémica sobre la presencia de la observación internacional en los comicios venezolanos; los aspectos jurídicos y políticos que se encuentran detrás de la plataforma normativa que regula hoy las maneras que pautan las votaciones en Venezuela; la estrategia comunicacional de los organismos estatales en términos del proselitismo político.
Abordan los autores, así mismo, otros tópicos relacionados con las diversas vertientes del régimen electoral, a sabiendas de que seguramente habrá unos cuantos que han quedado fuera de estas páginas. El OEV aspira a que esta colección de ensayos sirva para dar pie a una reflexión honda sobre nuestro régimen de votación y permita remodelar, en lo que sea pertinente, la arquitectura institucional en el ámbito de lo electoral, a fin de despejar persistentes dudas que levanta entre buena parte de los ciudadanos y hacer que cumpla con todos los parámetros que impone la democracia cuando de consultar la voluntad popular se trata. En síntesis, cumplir con lo establecido en la Constitución Nacional, según lo dispuesto en su artículo 293: Los órganos del Poder Electoral garantizarán la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia de los procesos electorales, así como la aplicación de la personalización del sufragio y la representación proporcional. La convivencia política nacional pasa por este propósito. Cierto que no es condición suficiente, pero sí es, sin duda, condición absolutamente indispensable.
El Observatorio Electoral Venezolano (OEV) es una asociación civil creada para llevar a cabo tareas de observación electoral. Fue creado en el año 2012 y ha participado, como organización acreditada por el CNE, en todos los comicios celebrados desde entonces hasta la fecha. Desde el punto de vista de su estructura el OEV cuenta con una Junta Directiva integrada por Ignacio Avalos, Luis E. Lander y Carlos Medina, los tres con experiencia de varios años, a lo largo de casi dos decenas de eventos. Cuenta así mismo, con un Equipo Técnico y coordinadores en cada uno de los estados del país, así como una red de alrededor de 800 voluntarios extendida a nivel nacional.
Fuente: http://www.oevenezolano.org/