Alberto Dorremochea sj
Durante este último mes ha habido cierta actividad en el mundo del café. Los productores de este rubro sostuvieron una reunión bastante numerosa en Boconó. Había caficultores de los Andes, Trujillo y Mérida, de los Llanos, Portuguesa y Barinas, y también del Estado Lara.
Como es de suponer se reunieron, entre otros asuntos, para tratar el tema fundamental del precio de sus cafés. Durante las tres últimas cosechas el precio de un quintal de café (saco de 46 kilos) no ha sufrido ninguna modificación. ¿Es justo que, cuando el índice anual de inflación en nuestro país es superior a un 25%, el precio de este precioso producto siga teniendo un mismo e inalterable valor? Es evidente que no. Y para una afirmación de este género no hace falta haber hecho un doctorado en matemáticas.
El quintal de café de nuestros hermanos colombianos está rozando lo equivalente a setecientos bolívares fuertes, cuando el nuestro no pasa de los trescientos. Es clara la diferencia para un mismo producto, producido en forma similar y de semejante calidad. ¿Tan diferente puede ser el precio de un mismísimo producto en un país que sigue las normas de producción capitalista y el que intenta instaurar el modo de producir socialista? Teniendo en cuenta que estos valores van a manos del productor primario. No se quedan en manos de intermediarios, ni de explotadores capitalistas. ¿Es de inferior calidad el pequeño productor socialista que el capitalista? Nos negamos a creer que esto sea así.
El día 18 de septiembre, con ocasión de una feria de maquinaria agrícola argentina inaugurada en Acarigua por el Ministro Popular para la Agricultura y Tierras, Elías Jaua, 200 caficultores de las montañas aledañas -productoras de café- se aproximaron para plantear el problema ya debatido en Boconó. El Ministro no sólo no los atendió sino que de manera grosera los irrespetó mandándolos a comer m…. ¿Será este el nuevo vocabulario a ser utilizado en las altas esferas gubernamentales?
Ante semejante actuación, el 23 del mismo mes apareció en Ultimas Noticias una carta abierta donde los caficultores declararon persona no grata del gremio al Ministro Jaua. Este, por su parte, ya había expresado un par de días antes que lo que ocurrió en Acarigua no había sido de su intención sino que sus preocupaciones en ese momento estaban en otro asunto. ¡Qué manera tan estúpida e infantil de querer tapar una forma incorrecta, grotesca e irrespetuosa de tratar a un colectivo! Esos son nuestros Ministros.
Está bien declarar persona no grata a este Ministro. Incluso sería lógico pedir su destitución. Pero lo que no nos parece de sano razonamiento es lo que los caficultores exigen en su “carta abierta”. Le piden al Ministro que copie “el comportamiento del máximo líder de la revolución en su lucha por dar mejores condiciones de vida a los desvalidos” y le indican que “está perdiendo (Jaua) el rumbo porque el socialismo es justicia social y si el Comandante Chávez defiende tanto a los desposeídos, a los excluidos de siempre, usted está dañando el trabajo y ese gran sacrificio que está haciendo el Presidente Chávez (…) y esto viene a constituir un agravio a la revolución”
Aquí creo yo que los que están equivocados son los pequeños productores. ¿Cómo y por qué separan las actuaciones del Ministro y del Presidente? Quien nombra los Ministros es el Presidente. Quien está rotando tan rápidamente de Ministros es el Presidente. Quien establece los precios, subsidios, ayudas de todo tipo etc. es el Presidente. Ningún Ministro es autónomo para tomar decisiones sin el visto bueno del Presidente. La última palabra en cualquier asunto es la del Presidente. La forma grosera de expresarse del Ministro es copia exacta de la que usa el Presidente. ¿Por qué pues exonerar de culpa al último y definitivo responsable de lo que está ocurriendo en el mundo del café?
¡Caficultores! quien no ha subido el precio del quintal de café en estos tres años es el señor Presidente Hugo Chávez Frías. El es el UNICO responsable. Reclamen a quien deben reclamar.
— Foto de Peter Gene, publicada bajo licencia Creative Commons