Amalio Belmonte
El Consejo Universitario hizo un reconocimiento al profesor Rafael Cadenas, quien por su obra poética recibió reciénteme el “Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana” que se une a otros de relieve conocido, otorgado por instituciones nacionales e internacionales
La sencillez del maestro lo hace casi imperceptible para quienes asisten a sus múltiples homenajes como pudimos apreciarlo en esta ocasión. Sólo cuando su tono de voz suave, erudita y elocuente teje un discurso en homenaje a la Palabra, aquella figura magra y discreta adquiere proporciones de bardo tocado por el prodigio del ingenio.
En el auditorio, atento y silencioso, el maestro, (calificativo que rechaza con prontitud) inicia su intervención repitiendo exprofeso 3 veces el vocablo “gracias”, justifica esta reiteración afirmando que esa palabra nunca se desgasta, tiende más bien a elevarse, ni se somete a manipulación alguna como ocurre con la palabra Patria, de la cual suelen apropiarse los cultores del autoritarismo tal como ocurre en nuestro país.
Así, Durante el breve discurso, nuestro máximo poeta, sin sacrificar calidad expresiva, ratifica el compromiso, que le es inmanente, con los principios de la libertad, la creatividad sin vigilancia y el rechazo a quienes acusan a las palabras nobles de invitación a la revuelta ilegitima. Percibimos que el profesor Cadenas, de la Escuela de Letras (título que prefiere y lleva con orgullo) nos quiere advertir que las palabras no pueden rendirse ante ninguna causa que las haga innoble. Pero permitamos que sus propios versos iluminen con brillo adecuado lo que quiero comunicarles:
“Que cada palabra lleve lo que dice”.
“Que sea el temblor de lo que sostiene”.
“Que se mantenga como un latido”.
“Tiemblo cuando creo que me falsifico: Debo llevar en peso mis palabras: Me poseen tanto como yo a ellas”.
Conmovidos y orgullosos ante la dimensión de Rafael Cadenas, quien no desea fastos y siente aversión al neón, sentimos que La universidad Central de Venezuela se ha puesto toda de pie para rendir culto, (a lo único que le es permitido) al talento, a la probidad intelectual y a la sencillez de una figura relevante del presente de la Institución, que trasciende para incorporarse a su digno historial.
Gracias Maestro, no tenemos otra forma para llamarle, por demostrarnos que, en tiempos de oscuridad y amenazas al pensamiento libre, las palabras son imprescindibles para iluminar a quienes luchan y conceden confianza al futuro.
Impermeables al desaliento
*Secretario de la UCV