Ciudad del Vaticano – El Papa Francisco, quien lleva catorce días hospitalizado en el Policlínico Gemelli, presentó este martes un ataque aislado de broncoespasmo que complicó su estado respiratorio. Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el episodio ocurrió tras una mañana dedicada a la fisioterapia respiratoria y la oración en la capilla.
El broncoespasmo derivó en un episodio de vómitos con inhalación, lo que provocó un repentino empeoramiento de su cuadro clínico. Ante esta situación, el Santo Padre fue atendido de inmediato, siendo aspirado y sometido a ventilación mecánica no invasiva. Según el informe oficial, esta intervención permitió estabilizar los valores de intercambio gaseoso, que volvieron a niveles previos a la crisis.
A pesar de la gravedad del episodio, el Pontífice permaneció consciente y colaborativo durante las maniobras terapéuticas. “El Santo Padre estuvo siempre alerta y vigilante, mostrando disposición para colaborar con el equipo médico”, señala el comunicado.
El pronóstico del Papa sigue siendo reservado, y las próximas 24 a 48 horas serán cruciales para evaluar su evolución clínica. Durante la mañana del mismo día, Francisco recibió la Eucaristía, según se detalla en el boletín.
Este incidente se suma a las preocupaciones sobre la salud del Pontífice, quien a sus 86 años enfrenta múltiples desafíos médicos. Sin embargo, fuentes cercanas al Vaticano destacan que su respuesta al tratamiento ha sido positiva hasta el momento
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