Ramón Antonio Pérez | Aleteia Venezuela.
El sur de Maracay, en Venezuela, se mantiene bajo las aguas. La forma en que ha socorrido el obispo Enrique José Parravano Marino a la gente evoca imágenes del Evangelio, llamando a “seguir vigilantes en la caridad y a ser solidarios”
“Gracias Señor por el pastor que nos enviaste. Bello gesto de humildad, solidaridad y generosidad. Muchas bendiciones para usted y los sacerdotes de Aragua”, publica en las redes sociales Ligia Rafaela Salillo de Sotillo, agradeciendo a monseñor Enrique José Parravano Marino, quien el domingo 18 de octubre, a bordo de una pequeña embarcación, recorrió las calles de Maracay (estado Aragua), llevando ayuda a los afectados de una nueva tragedia que mantiene bajo las aguas la parte sur de esta ciudad.
Como lo leen. El prelado recorrió varias zonas de su jurisdicción eclesiástica, montado en un pequeño bote. Posiblemente, recordando a aquellos personajes de los evangelios que, ante el llamado de Jesús luego se convirtieron en apóstoles y “pescadores de hombres”, antecesores del trabajo que ahora realiza Parravano, en nombre de la iglesia.
Esta vez, sin embargo, no se trataba del trabajo de “predicar”. El obispo de Maracay no llamaba a “convertirse” como en la primigenia iglesia de aquellos pescadores. El motivo fundamental era llevarles ayuda, además de un mensaje de esperanza y solidaridad, a quienes quedaron afectados por esta nueva tragedia que sufre Venezuela. Sin dudas, “una forma de enseñar haciendo” que la iglesia también ha practicado desde siempre.
Segunda tragedia ocurrida en un mes
Desde el 13 de octubre, la parte sur de Maracay quedó bajo las aguas debido a los torrenciales aguaceros que conllevaron a nuevos desbordamientos de los ríos Madre Vieja, Turmero, Güey y El Limón, entre otras quebradas y caños que circundan la capital de Aragua. Estas crecidas dejaron en evidencia, otra vez, la falta de un eficiente mantenimiento en los sistemas de drenaje, fundamentalmente en los sectores de Guanarito (Turmero), Ciudad Bendita (El Mácaro), Punta, Esmeralda, Mata Redonda y Paraparal.
“Hay gente que lleva tres días durmiendo en los techos, no disponen de comida, agua, ropa, ni enseres. Perdieron todo, pues las aguas alcanzaron los dos metros de altura”, expresaba el día 15 la señora Gladys Reyes, vecina de Mata Redonda, según publicó Crónica Uno, revelando la magnitud de esta nueva tragedia por causa de las lluvias.
“Nos tocó darles refugio a varios vecinos hasta que bajaran las aguas del río Madre Vieja. Yo perdí muchas cosas, pero otros perdieron todo y aún hay sectores donde la gente sigue sin poder salir porque están inundados”, explicó por otra parte Mildred Rojas.
Vale recordar que el estado Aragua viene de una tragedia similar ocurrida el 9 de septiembre, cuando el río El Limón se desbordó y sus torrentes causaron destrozos.
Ayudando en el día mundial de las misiones
De manera que, la inédita imagen del obispo repartiendo envases de comida preparada o en bolsas para su elaboración, desde una barcaza, canoa, bote, “peñero” o “chalana” como también se le conoce en Venezuela, recordó las veces que este tipo de transporte fue usado por Jesús antes de saciar el hambre a los necesitados de su tiempo, a quienes le seguían para escuchar sus mensajes, misión fue encargada a sus apóstoles.
No es para menos. Enrique Parravano es salesiano, una congregación que contempla la atención pastoral en zonas de misión, donde no sólo llevan el mensaje de salvación de las almas sino también la solidaridad y la cercanía, especialmente entre indígenas y sectores que viven en pobreza extrema. Esta vez, sin embargo, la misión no ha sido en las selvas del sur de Venezuela –donde los salesianos atienden los vicariatos apostólicos de Puerto Ayacucho (Amazonas) y Tucupita (Delta Amacuro)- sino en las inundadas calles de la capital del estado Aragua: Maracay, llamada también “La ciudad Jardín de Venezuela”.
Inundado el templo de Santo Tomás Apóstol
Un dramático video publicado el 14 de octubre en la página de la Parroquia Santo Tomás Apóstol, da cuenta de la magnitud de las lluvias y de lo ocurrido en Maracay. Esta iglesia parroquial se encuentra en Paraparal, municipio Linares Alcántara, una de las zonas más afectadas. Allí, el diácono permanente, Raimundo Marante, con el agua hasta las rodillas, procedió al traslado del Santísimo Sacramento hacia otra parroquia, “para no correr riesgos”, decía mientras caminaba en penumbras dentro del inundado templo.
Luego, mostrando a las cámaras las hostias, dijo: “preferiblemente lo vamos a consumir para no correr más riesgos, y nuevamente cuando tengamos la posibilidad se consagrarán nuevas hostias y se traerán para acá nuevamente”.
La Conferencia Episcopal dio a conocer a Aleteia, un comunicado del obispo de Maracay en relación con estos hechos. “Los efectos devastadores de las lluvias en medio de la pandemia actual que estamos viviendo, han dejado lecciones muy duras que tenemos que aprender con el fin de que se reduzcan los desastres mediante medidas preventivas, con el constante monitoreo de las comunidades y los organismos de protección civil para evitar consecuencias peores. No debemos bajar la guardia”, expresó Parravano.
“De igual manera, nuestra solidaridad como Iglesia debe seguir presente”, acotó el obispo. “Han sido muchos los feligreses, hombres y mujeres de buena voluntad, que han colaborado desde lo material y haciéndose presente en los lugares afectados”, añadió, invitando “a seguir vigilantes en la caridad y a ser solidarios, mediante el trabajo de Cáritas diocesana y las Cáritas parroquiales a través de los distintos centros de acopio para seguir haciéndonos presente acompañando a las familias que sufren”.
Obispo misionero
El señor Simón González Caraballo, habitante de Maracay y usuario de Facebook, tras conocer la actividad emprendida por monseñor Enrique Parravano, lo describió como “un verdadero pastor”. Comentó lo siguiente en la página de la diócesis: “Así deben hacer todos los sacerdotes y obispos ante la tragedia de un pueblo, felicito a la iglesia aragüeña por tener un obispo así, humano, humilde. Dios lo cuide y proteja”. Entretanto, Jorge Mercado lo definía como un “obispo misionero”.
“Es importante destacar que la diócesis de Maracay ha habilitado una cuenta bancaria y distintos centros de acopio para apoyar a las familias afectadas. Los datos pertinentes son los siguientes: Banco BNC Cuenta Corriente: 0191-0080-49-218000-1290, a nombre de Diócesis de Maracay; Rif: J07528630-8. Motivo: Ayuda a damnificados”, indica la Conferencia Episcopal Venezolana en un comunicado conocido.
Fuente: https://es.aleteia.org/2020/10/20/el-obispo-que-desde-una-barca-ofrece-ayuda-tras-inundaciones/