Alfredo Infante
Este mapa de la Vergüenza es un indicador claro de que los modos violentos de dirimir las diferencias y los conflictos nos conducen a situaciones profundamente dolorosas como el desplazamiento, y, sobre todo, dejan heridas hondas en el inconciente colectivo que afloran como un óscuro resentimiento, caldo de cultivo de más violencia.
Sólo nos salvará el diálogo. No pongamos nuestro nombre y el de nuestro país en este mapa de la Vergüenza. La responsabilidad es de todos, aunque sin duda alguna, son los administradores del Estado quienes tienen la responsabilidad mayor.