Nota de la Redacción: Conocí a Pablo Ramos en la Habana, el año 1997, ya que era el enlace del Festival del Cine de La Habana con la OCIC (Oficina Católica Internacional de Cine, hoy SIGNIS). Hace un año, nos visitó en el Centro Gumilla con motivo de los cursos que dictó en Caracas y nos dejó el último libro coordinado por él. También la revista COMUNICACIÓN recogió algunos de sus primeros aportes, cuyos enlaces ponemos a su disposición en su memoria. J.M.A
El video popular a las puertas del siglo XXI. (PDF) Revista Comunicación 106. 1999
Para abrir el “circuito cerrado”. (PDF). Revista Comunicación 95. 1996
Pablo Ramos Rivero, quien fuera el creador y coordinador de la red El Universo Audiovisual de la Niñez Latinoamericana (UNIAL), murió este viernes 24 de mayo mientras participaba en el III Festival Internacional de Cine Infantil y Juvenil en Mérida, Venezuela.
Psicólogo de formación, profesor, crítico y especialista en Educación para la Comunicación, Pablo Ramos se destacó durante su amplia trayectoria profesional por ser un tenaz defensor de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Esta causa lo llevó a desempeñarse como coordinador general desde 1986 de los encuentros El Universo Audiovisual del Niño Latinoamericano, celebrados cada diciembre como una de las principales actividades del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, en cuyo marco se fundaría en 1993 la red continental UNIAL, valorada en la 27ª Conferencia General de la UNESCO (París, 1993) como un proyecto de alfabetización y educación para la comunicación fundamentado en el respeto a la creatividad y la expresividad del niño y su identificación con valores que le son propios.
Desde su responsabilidad institucional Pablo Ramos se distinguió por ser un colaborador muy activo de la UNESCO, participando en seminarios y debates que ayudaran a promover el mandato de la Organización en relación con la necesidad de desarrollar una alfabetización mediática en las nuevas generaciones, y de defender la cultura como un vector fundamental para el diálogo y la cohesión social.
Igualmente la UNESCO, a través de su Oficina en La Habana, ha sostenido históricamente estrechos vínculos con los encuentros dedicados al mundo audiovisual de la infancia y la adolescencia dirigidos por Pablo Ramos, por considerarlo un espacio valioso que durante más de 25 años ha favorecido el intercambio fructífero entre especialistas que promueven altos valores estéticos, culturales y humanos en la realización del audiovisual dedicado a niños y jóvenes. Así, por ejemplo, la red UNIAL contribuyó a la promoción del proyecto Las Cámaras de la Diversidad, iniciativa que promociona la creación, promoción y distribución del audiovisual local e indígena en Latinoamérica y el Caribe, así como a la implementación del proyecto SIDACULT, red regional de enfoque cultural a la respuesta al VIH/SIDA, a través del desarrollo de actividades y talleres vinculados a la creación audiovisual.
Más recientemente Pablo Ramos se erigió en un entusiasta colaborador en la promoción de la campaña UNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en Cuba, desarrollada como parte de la iniciativa lanzada por el Secretario General de Naciones Unidas en todo el mundo para erradicar este flagelo, al abrir las puertas de los encuentros UNIAL a esta causa, y facilitar la realización de un panel de intercambio sobre el tema de la violencia contra la niñez en particular, con la participación de expertos en igualdad de género nacionales e internacionales y cineastas vinculados a la temática.
Pablo Ramos nació en La Habana el 8 de agosto de 1951. Fue organizador de diversos proyectos sobre educación para los medios, tales como Génesis (producción multimedia, 1995), Diagnóstico sobre el video popular en América Latina (1996-97) y Géminis (educación comunitaria, 1998), auspiciados por la Organización Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (OCLACC), UNESCO, UNICEF y ONU-SIDA. Sus textos sobre el tema aparecen en variadas publicaciones cubanas y latinoamericanas.
Al conocer de la noticia de esta lamentable pérdida escribieron sus colegas de trabajo de la red UNIAL. “Lograr que su partida no sea para siempre es un compromiso de todos los que hemos estado vinculados a sus diversos proyectos y que, contagiados con su espíritu incansable, hemos hecho nuestros sus sueños”.