El Papa recibió ayer al Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y autorizó al Dicasterio a promulgar los respectivos Decretos. Junto con Rutilio Grande serán beatificados dos compañeros laicos, asesinados con él en 1977, por odio a la fe, en El Salvador.
Este 12 de marzo se cumplen 43 años del martirio del padre Rutilio Grande y sus dos compañeros laicos: Manuel Solórzano, de setenta y dos años, y Nelson Rutilio, de quince. Este hecho ocurrió en la carretera hacia El Paisnal en El Salvador, cuando se dirigían a celebrar la eucaristía. Nunca llegaron. En el camino fueron emboscados y el vehículo donde se conducían fue ametrallado.
La promulgación del decreto da el visto bueno a la beatificación de Rutilio Grande y sus compañeros, así como a la de Carlo Acutis.
Un mártir en la India y la religiosa italiana, María Francesca di Gesù, fundadora de las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano, será canonizada.
También el decreto reconoce los milagros atribuidos al Beato Lázaro, conocido como Devasahayam, un laico, muerto por odio a la fe en la India en 1752, y a una religiosa, la Beata María Francesca di Gesù (nacida Anna María Rubatto), fundadora de las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano; nacida en Carmagnola (Italia) en 1844 y muerta en Montevideo (Uruguay) en 1904.
Con el Decreto, se reconocen las virtudes heroicas y se convierten en Venerables Siervos de Dios: el sacerdote diocesano Emilio Venturini, fundador de la Congregación de las Hermanas Siervas de los Dolores, nacido en Chioggia (1842-1905); el sacerdote diocesano Pirro Scavizzi, de Gubbio (1884-1964); Emilio Recchia, sacerdote profeso de la Congregación de los Estigmas de Nuestro Señor Jesucristo, nacido en Verona (1888-1969); el laico Mario Hiriart Pulido, nacido en Santiago de Chile (1931-1964).