Por José Antonio Gil Yepes
La intención del Decreto del BCV, del 28-01-19, aumentando el Encaje Marginal del 31% al 100% y el Ordinario de 31% al 57% de los depósitos captados a partir de esa fecha es bajar la liquidez y frenar la inflación y la devaluación. Pero nuestro problema de fondo no es el exceso de liquidez sino la falta de inversión y producción privada, para la cual se necesita mucho más confianza y crédito bancario. Sin embargo, el aumento del encaje ha reducido el crédito y acentuado la caída de los beneficios y patrimonio de la banca, más aún de lo que ya venía ocurriendo por la hiperinflación y la devaluación. Para contrarrestar estos factores, la Superintendencia autorizó, en 2018, la Revalorización Patrimonial para recuperar la capacidad de crédito, pero el efecto de esa medida se perdió con el incremento del encaje legal. Otra medida de compensación es el aumento de las tasas de interés, pero ésta tiene un efecto mínimo porque, sin volumen, el resultado tiende a cero.
Si algún país se excede en crear liquidez es los Estados Unidos, pero esto no crea inflación porque el conjunto de políticas económicas genera confianza. Aquí sucederá lo contrario hasta que los gobernantes entiendan que la cura de fondo de la inflación son la confianza, producción privada y productividad, para lo que se requiere: Reducción significativa del encaje bancario para recuperar el crédito. Unificación y liberación cambiaria. Dolarización formal para evitar que los gobiernos puedan crear liquidez inflacionaria y sobrevaluar la moneda. Formalizar la liberación de precios. Tasas de interés positivas para recuperar el ahorro nacional y la rentabilidad de la banca. Pagar deudas públicas con Conversión de Deuda en capital para parar la hemorragia de las empresas del Estado. Devolver a sus legítimos dueños las expropiaciones forzosas. Desmontar la polarización.
Si el gobierno insiste en su política de encaje, cabría sospechar que busca la quiebra y estatización de la banca y de las empresas privadas para empobrecernos, someternos y continuar desarrollando esa clase empresarial corporativista que recibe créditos tanto en cuanto sea fiel al régimen.
@joseagilyepes