Por Francisco J Contreras M
Desde enero 2019 el gobierno ha venido aplicando una medida de reducción de la oferta monetaria por la vía de la desaceleración de la emisión de dinero y del mantenimiento de un alto nivel de encaje legal.
El resultado esperado sería la desaceleración de los aumentos en las tasas de cambiarias tanto la oficial como las del mercado paralelo, sin embargo la erosión cambiaria no se ha detenido como tendencia con episodios de alta volatilidad en los meses de enero, abril y agosto.
Al margen del desorden que caracteriza el manejo fiscal de los recursos en divisas, por ejemplo, los pagos masivos efectuados a proveedores en el pasado mes de agosto, la oscilación inducida por el frenazo crediticio bancario del mes de abril y la inestabilidad política del mes de enero, los factores de explicación estructural de lo que ocurre guardan más relación con:
1 La estrategia del gobierno de pagar en bolívares a sus acreedores queriendo forzarlos a traer sus propios recursos en dólares.
2 La renuencia de los acreedores al uso de sus posiciones en divisas buscando al precio que sea los recursos necesarios para financiar el componente importado de sus operaciones.
3 La caída de la producción de bienes y servicios por asfixia regulatoria que induce un efecto de esterilización de la oferta monetaria la cual no se ajusta suficientemente a la baja creando un efecto de emulación de emisión irresponsable de dinero, así el banco central atenúe la emisión de dinero.
4 Los aumentos de la tasa de canje en los mercados cambiarios al ritmo de la inflación no reducen la brecha de precios relativos con Colombia (los bienes transables en promedio son 29% más costosos en Venezuela) por lo cual a pesar del aumento de la tasa de canje el dólar sigue siendo menos costoso (la tasa de canje que igualaría los precios de los bienes transables estaría en alrededor Bs S 32.000).
5 La dolarización real de las materias primas importadas necesarias para el sostenimiento del sector agrícola pastoril con un componente importado en promedio de 80%. En el mercado internacional hay que pagar con dólares al precio de indiferencia de esos “commodities”.