Por Rafael Duarte
El 2020 fue un año trascendente en la industria del cine mundial. Luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara al coronavirus como pandemia, el sector del séptimo arte se vino abajo con el cierre de las salas, la postergación de festivales y la paralización de producciones cinematográficas, mientras el streaming se convirtió en la mejor opción.
Para el realizador audiovisual Edgar Rocca[1], el 2020 en Venezuela comenzó como un “año prometedor”, pues se estrenaron las películas: Juan, de Adrián Geyer y Voy por ti de Carmen la Roche que estuvieron en cartelera hasta que el ejecutivo nacional ordenó el cierre de los cines, debido a la llegada de la pandemia del coronavirus, Covid-19.
A pesar de este escenario, Rocca nos recordó que el calendario cinematográfico continúo a través de streaming, pues se cumplió con la realización del Festival de Cine de Venezuela y el Primer Festival de la Crítica, donde se estrenaron películas como: Érase una vez en Venezuela, Un Destello interior, La fortaleza, Especial y Dos otoños en París.
Pero para el experto en cine José Pisano[2], el 2020 fue un “año crítico a nivel de taquilla”, pues un poco más de 1 millón seiscientos mil espectadores asistieron a las distintas salas de cine, quedando atrás los 10 millones que asistieron durante el 2019; y muy atrás, los 30 millones que acudieron hace algunos años y que sostenían al sector.
La buena noticia es que el pasado 21 de enero, el gobierno ordenó la reapertura de salas de cine para “volver a la normalidad”, siempre y cuando se cumplan con las medidas de higiene, el uso de la mascarilla y el distanciamiento social, tal y como ha dicho Abdel Guerere[3], presidente de la Asociación Venezolana de Exhibidores de Películas (AVEP).
De este modo, si todo a nivel de pandemia sigue bien, Pisano nos comenta que es posible que durante las próximas semanas aparezcan en cartelera títulos venezolanos como: Dirección opuesta, Historias pequeñas, Yo imposible y la candidata a los Premios Oscar 2021, Érase una vez en Venezuela, las cuales buscarían reivindicar el cine nacional.
Más allá de ello, el crítico nos dice que el reto del cine venezolano para este 2021 es “sobrevivir”, pues de momento, la industria en general está paralizada, producto de las restricciones que supone la cuarentena, pero además debido a la migración forzada de profesionales indispensables en el área y la falta de financiamiento gubernamental.
Indiscutiblemente, el 2020 fue un año de fuertes desafíos para la industria cinematográfica mundial, pero sobre todo para la industria fílmica venezolana que, a pesar de las dificultades producto de la voraz crisis económica y social, continúa apostando por aparecer en la gran pantalla para seguir construyendo país.
A 124 años de proyectarse las primeras imágenes en movimiento que darían inicio a la historia del cine nacional, solo queda decir que el cine venezolano sigue resistiendo, readaptándose y sobreviviendo aun cuando todo parezca incierto y las escenas de suspenso se hayan apoderado de nuestra realidad.
Referencias:
[1] Comunicación personal con Edgar Rocca, director de las películas venezolanas: El Peor hombre del Mundo (2016) e Infieles (2019). Entrevista realizada 18 de enero de 2021.
[2] Comunicación Personal con José Pisano, crítico de cine venezolano. Entrevista realizada el 20 de enero de 2021.
[3]Regreso al cine en Venezuela. El Estímulo. Disponible en línea en: https://elestimulo.com/elinteres/regreso-al-cine-en-venezuela-lo-que-no-te-han-contado-cinex-cines-unidos/ consulta: 23 de enero de 2021.