Pbro. Ramón Vinke
Fallecido el cardenal Jorge Urosa, lamentablemente, el 23 de septiembre de 2021, sus familiares —entre ellos su hermana Ana María y su cuñado Fernando Morales, a quienes conozco desde hace muchos años— me hicieron el encargo de escribir su biografía; encargo que acepté inmediatamente, tratándose no solo del formador en los Seminarios de Caracas, del Obispo Auxiliar de Caracas —quien, por cierto, me hizo el examen de Órdenes en el año 1987, del cual guardo un imborrable recuerdo—, del Arzobispo de Valencia, del Arzobispo de Caracas y Cardenal de la Santa Iglesia Romana, sino también del entrañable amigo.
No me tomó mucho tiempo prepararla, pues contaba con un abundante material impreso. El mismo cardenal Urosa se ocupó en publicar algunos tomos de sus homilías, discursos, mensajes y Cartas Pastorales:
- Jesucristo: Camino, Verdad y Vida, t. i-ii. Editado por el Gobierno de Carabobo, en Valencia en el año 1993;
- ¡Jesús es el Señor! Desde la Cátedra Episcopal. Edición especial realizada por la Fundación Monseñor Rafael Arias Blanco en ocasión del XXV aniversario de la Ordenación Episcopal del Cardenal Jorge Urosa en el año 2007;
- El misterio pascual. Homilías de Semana Santa. Edición preparada por el Cardenal Urosa e impresa por la Organización Gráficas Capriles, C.A., en el año 2008;
- Discípulos y testigos de Jesucristo, t. i-ii. Editado en Valencia en el año 2008;
- ¡Abre tu corazón a Jesucristo!, t. i-ii. Publicado por Ediciones Trípode en la ciudad de Caracas en el año 2012;
- Jesucristo, Luz del mundo, t. i-ii. Editado y publicado en Caracas en el año 2020.
Sin embargo, debo reconocer, que esta biografía es fragmentaria y, por lo tanto, incompleta. Por eso lleva el subtítulo: Aproximación a una biografía. Es incompleta, porque, conforme fui avanzando en su preparación, se me fueron presentando dificultades. Sobre todo, al trabajar los últimos capítulos, me fui acordando de declaraciones del Cardenal Urosa, que tenía en la memoria, pero que nunca logré documentar. Lamentablemente todo lo virtual es fugaz, es efímero. Me temo, que muchas de esas declaraciones —muy acertadas en su momento, muy en su punto— se hayan perdido para siempre en la noche del olvido… La progresiva desaparición de los periódicos —y la desaparición, en algunos casos, de sus archivos, que custodiaban materiales de incalculable valor histórico—, ha hecho, que el historiador, ahora, tenga que echar mano de materiales divulgados por Internet y por las redes sociales; materiales, a los cuales es posible acceder por un tiempo, pero que, a mediano y largo plazo, desaparecen sin dejar rastro.
Los avances de la tecnología, sin duda, reportan muchas ventajas; pero, la humanidad, los pueblos, las instituciones —como la Iglesia católica— corren el peligro de perder su memoria histórica. Anticipo, que en un futuro no muy lejano puede llegar a ser muy difícil preparar una biografía como ésta, que no solo pretende ser un homenaje bien merecido a un hombre que dio la vida por Cristo y su Iglesia, en el ejercicio del ministerio presbiteral y del ministerio episcopal, sino que también aspira a cubrir algunos acontecimientos de la historia reciente de la Iglesia católica en Venezuela, de los cuales se pueden colegir muchas y muy importantes enseñanzas para el futuro de la misma Iglesia.
El cardenal Baltazar Porras, en medio de sus múltiples ocupaciones como Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, encontró tiempo suficiente como para redactar el Prefacio de esta biografía, tratándose de un compañero suyo en el Seminario Interdiocesano de Caracas, de labores en el mismo Seminario y luego en la Conferencia Episcopal Venezolana. Mons. Ubaldo Santana, Arzobispo Emérito de Maracaibo, compañero de estudios del Cardenal Urosa en el Colegio Pío Latino Americano de Roma y de labores en la Conferencia Episcopal Venezolana, por su parte, tuvo a su cargo el Prólogo. Mons. Jesús González de Zárate, Arzobispo de Cumaná, Mons. Carlos Viña y el Pbro. Rafael Troconis me ayudaron a precisar algunas fechas y lugares. Aun así, es posible, que —por la premura— se me hayan escapado algunos detalles.
Enterados los esposos María Denisse y Luis Felipe Capriles, quienes cultivaron con el cardenal Urosa una relación muy estrecha en los últimos años de su vida, de que estaba preparando esta biografía, dueños como son de una de las más prestigiosas imprentas de Venezuela —la Organización Gráficas Capriles, C.A.— espontáneamente se ofrecieron para editarla. De hecho, han hecho un esfuerzo extraordinario por lograr una edición primorosamente cuidada. Concertaron la diagramación y el diseño del libro con Valentina Calatrava, notable profesional del diseño editorial y gráfico; y dispusieron la impresión en un papel de calidad. La profesora María Soledad Hernández sirvió de enlace para que, gracias a los buenos oficios de la profesora Mabel Calderín Cruz, Directora del Centro Cultural Padre Guillermo Plaza, s.j., y de la Biblioteca Central de la Universidad Católica Andrés Bello, y del Sr. Williams Castellano, de la Unidad de Gestión Patrimonial de la misma Biblioteca, se pudieran digitalizar algunas fotografías, suministradas por los familiares del cardenal Urosa, para ser reproducidas en esta publicación. No faltaron quienes quisieron ayudar a financiar la edición de unos 1.000 ejemplares, deseando permanecer en el más estricto anonimato.
Estoy seguro, que el Cardenal Urosa, desde el Cielo, bendice agradecido a todos los que de alguna manera intervinieron en esta publicación y la hicieron posible.
