Uno de los compromisos de la Compañía de Jesús, destacado por el provincial Alfredo Infante, s.j., es la necesidad de construir puentes que faciliten la promoción del diálogo y la reconciliación; sin embargo, esto requiere que los ciudadanos sean protagonistas del ejercicio de sus derechos. En este sentido, la creación de la mesa de ciudadanía y democracia ha sido un elemento clave en los primeros pasos hacia el cumplimiento de esta misión
Por Ingrid Jiménez* y Piero Trepiccione**
En el Plan Apostólico de la Provincia de Venezuela 2021-2026 se destaca claramente entre los retos de los venezolanos y de quienes forman parte de la Compañía de Jesús en nuestro país, la necesidad de profundizar la politización democrática de la población, apoyando la organización comunitaria y fortaleciendo el tejido social y su articulación. Todo esto con el fin de abrir caminos para reencontrarnos como sociedad, y reconciliarnos tendiendo puentes para el entendimiento y la convivencia.
Bajo este concepto se enmarca la iniciativa provincial de reconciliación, justicia y ciudadanía, en concordancia con la misión establecida en el mencionado Plan Apostólico 2021-2026 de la Compañía de Jesús, en el que se establece lo siguiente con respecto a los desafíos de la situación en Venezuela, la región latinoamericana y la situación global:
Queremos ser reconocidos como constructores de paz, defensores de la cultura democrática, y de los Derechos Humanos y como un cuerpo apostólico unido, que pone el interés del país y de su población por encima de intereses particulares y que trabaja por la reconstrucción del tejido social, la reinstitucionalización del país y la restauración de experiencias humanas y naturales.
De igual manera, se encuentra el Marco de Orientación Estratégica 2021- 2026 del Apostolado de Justicia Socioecológica de la Provincia de Venezuela, en el que se establecen tres áreas de trabajo: democracia e inclusión social, fronteras de la exclusión social y ecología integral. En el ámbito de la primera área, se reconoce que la democracia es más que un sistema de gobierno, porque implica el convencimiento interno de todos los miembros de la sociedad de que su aplicación conducirá a la convivencia armónica de los ciudadanos.
Para desarrollar el trabajo en el área democrática, realizamos actividades de formación, investigación, comunicación e incidencia, que requieren de una comprensión del país en su conjunto, de sus liderazgos políticos y sociales, de las comunidades donde trabajamos y, en definitiva, de nuestra cultura política.
La Fundación Centro Gumilla realizó a mediados de 2023 un estudio sobre cultura democrática y participación política en Venezuela, realizando grupos focales en once comunidades del país y entrevistas a especialistas. El estudio tuvo por objetivo acercarse a la comprensión que tienen las personas sobre la política y la democracia, para fortalecer la capacidad de proponer espacios reflexivos y formativos en torno a las nociones estudiadas.
Los entrevistados consideran a la democracia como la mejor forma de gobierno, valoran el pasado, pero también se encuentran expectantes con lo que puede ser un futuro distinto para el país. Por otro lado, la necesidad de reconciliación está muy presente en las comunidades que participaron en el estudio.
La investigación refleja que la gente se encuentra dispuesta a participar, a pesar de que conoce los riesgos y dificultades que esto implica. Los entrevistados identifican el ejercicio de la ciudadanía como un factor determinante en la construcción de una sociedad democrática, al tiempo que resaltan la necesidad de construir acuerdos. Sus valoraciones apuntan claramente hacia una sociedad despolarizada que busca abrirse camino en medio de los conflictos.
Primeros pasos
En el encuentro del sector de Justicia Socioambiental celebrado en la casa de retiro de Quebrada de la Virgen, en noviembre de 2023, se realizó una primera actividad en la cual los participantes, divididos en cinco grupos, reflexionaron en torno a los conceptos de ciudadanía y democracia.
Los esfuerzos por comprender el país se han traducido en diversas acciones como la creación –por parte del provincial Alfredo Infante, s.j.– de una mesa de reflexión sobre ciudadanía y democracia. Esta instancia tiene por objetivo potenciar el ejercicio de la ciudadanía en nuestro país. La mesa es coordinada por Javier Contreras, s.j., e integrada por miembros del equipo de la Fundación Centro Gumilla, junto a otras obras de la Compañía.
La idea del ejercicio consistió en partir de una exploración sobre las nociones previas de los participantes, para posteriormente avanzar hacia la construcción de los consensos necesarios en torno a términos y elementos conceptuales, que puedan convertirse en las bases para generar acciones a corto y mediano plazo.
Luego de la discusión, cada grupo elaboró sus conclusiones, que intentaremos plasmar en las próximas líneas. En primer lugar, se destaca que la democracia es asumida por los equipos como la mejor forma de gobierno, y más que la reflexión en torno al modelo, se asocia con la igualdad, la libertad y la participación de todos.
Esta reflexión, que pudiera parecer muy lógica, no deja de ser importante por cuanto nuestro país ha vivido un largo proceso de erosión y crisis de la democracia desde hace más de veinte años. Continuar apostando por la democracia en el momento actual es, sin duda, un indicador muy positivo que convoca a la acción y a la organización social.
En segundo lugar, de acuerdo con las conclusiones de los equipos, se enfatiza en la democracia procedimental. Esto se asocia con las valoraciones de Robert Dahl, para quien la participación efectiva y la igualdad de voto constituyen dos de las condiciones fundamentales a considerar en la democracia. Bajo esta concepción, todos los ciudadanos tienen igualdad efectiva para hacerse escuchar y para expresar sus preferencias, siendo el voto el medio más idóneo para hacerlo.
En un país en el que las garantías electorales se han debilitado considerablemente en el último lustro, los participantes rescataron el principio de igualdad, según el cual todos los ciudadanos tienen las mismas oportunidades para expresarse políticamente y todos los votos tienen el mismo valor. Esta conclusión también los condujo a valorar la importancia de la alternabilidad del poder, el respeto a la Constitución nacional y la división de los poderes públicos.
De acuerdo con esta lógica, los equipos consideraron la participación electoral como condición indispensable para el ejercicio de la democracia, y como un elemento fundamental para la exigibilidad de sus derechos. En el centro de esta concepción se encuentran las condiciones de representación y legitimidad.
Asociar la ciudadanía con el cumplimiento de derechos y deberes estuvo presente en las reflexiones de todos los grupos y expresa claramente el sentido de corresponsabilidad. En la reflexión sobre la ciudadanía, se destaca el reconocimiento al valor de la igualdad en cuanto al cumplimiento de derechos y obligaciones.
En definitiva, el consenso en torno a los tres componentes básicos de la democracia: elecciones libres, libertad y participación sin obstáculos, constituyó un denominador común en los análisis grupales.
Los participantes destacaron de manera unánime que la ciudadanía no se ejerce solamente desde la exigibilidad de los derechos, sino también desde el cumplimiento de los deberes establecidos en la Constitución nacional. Este reconocimiento abre un espacio a lo interno de la Compañía para indagar y reflexionar sobre nuestra cultura política posterior al modelo representativo y al fracaso del modelo económico rentista.
El imperativo de tender puentes y crear espacios de diálogo, realizado por el provincial, requiere de un riguroso proceso de discernimiento, porque para Infante “… la construcción de ciudadanía es un camino que nunca se acaba, por lo que esta no se transfiere ni se delega, se ejerce”.
En un contexto de recesión democrática su ejercicio es mucho más difícil. Hay esperanza cuando vemos los avances del proceso de despolarización social, el reconocimiento de la democracia como mejor forma de gobierno y la disposición a participar políticamente.
Construir ciudadanía es, sin duda, una tarea pendiente. Como organización, discutir internamente de qué hablamos cuando nos referimos a ciudadanía y democracia, nos conducirá a avanzar con pasos más firmes en nuestro trabajo de incidencia en las comunidades con las que trabajamos.
En suma, discernir y reflexionar sobre ciudadanía y democracia, forma parte de nuestro compromiso con el país.
* Politóloga. Doctora en Ciencias Políticas (UCV). Profesora UCLA y del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno CEP-UCAB. Secretaria técnica de la Red de Centros Sociales de la Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe.
**Politólogo. Coordinador General del Centro Gumilla (Barquisimeto) y de la Red de Centros Sociales de la Conferencia de Provinciales de la compañía de Jesús en América Latina (RCS-CPAL).
