Francisco José Virtuoso SJ
La idea del Estado Comunal llegó hasta el sistema educativo. Primero fue la Resolución 058 e inmediatamente después se rescata el proyecto de Ley de los Consejos Estudiantiles Universitarios. En ambos casos se dice que se pretende democratizar la gestión educativa con base en el modelo sociopolítico de la democracia participativa. Este es una aplicación de las comunas que sustituirán al municipio como unidad política primaria y de los consejos obreros que dirigirán las fábricas y las empresas.
El Estado Comunal se pretende legitimar a través de un proceso de discusión colectiva que servirá de insumo para la proclamación del Segundo Plan Socialista de la Nación en enero de 2013. Sin proceso constituyente y sin reforma constitucional se busca cambiar nada menos que la forma de Estado consagrada en la Constitución vigente, argumentando que en el fondo no se trataría más que de una versión de democracia participativa, más radical y protagónica de la ciudadanía.
El Estado Comunal es un nuevo Estado. Su base es un Poder Popular, que reside no en los individuos, sino en colectivos como los consejos comunales y comunas de varios tipos. En estas entidades no hay sufragio universal ni representación que pueda ejercerse con libertad de conciencia. Todo se decide en asamblea. Para muestra ver el Decreto 058 y el proyecto de Ley de los Consejos Estudiantiles Universitarios. Conceptualmente hablando, sigue un prototipo de democracia directa o asamblearia. No existen representantes sino voceros, porque el poder reside en el pueblo quien lo ejerce directamente y sin intermediarios. Las comunas a su vez van agregándose en federaciones comunales y ciudades comunales o socialistas.
Pero como en todo modelo de democracia directa y gestión colectiva, el poder se ensancha en la base y se concentra en la cúspide, conservándose en esta posición prerrogativas totalitarias y hegemónicas. Lamentablemente esta historia termina en el Comité Central del Partido, en el gran líder, o en figuras similares. Paradoja que la historia ha puesto de manifiesto desde la Comuna de París para acá.
Por ahora, “la comunización” de las escuelas, liceos y universidades, borra de un plumazo el papel del director o el rector, colectiviza la gestión educativa mediante un asambleismo permanente que atenta contra la eficacia, elimina de hecho la gestión privada de centros educativos consagrada en la Constitución y borra la especificidad de la institución educativa al agregarle otros múltiples intereses que se escapan de su estricta competencia.
¿Será que ante tanto despropósito la sociedad venezolana no va a reaccionar?