En el marco de los 100 años de la Compañía de Jesús en Venezuela, queremos compartir con ustedes, nuestros lectores, una serie de testimonios de amigos que, durante años, han estado en contacto directo con los jesuitas y que han sido testigos y colaborados de la misión que la Compañía de Jesús ha llevado adelante en nuestro país.
Coromoto Ocarís tiene más de 20 años conociendo a los jesuitas. Su primer contacto con ellos fue en Paraguaná (Falcón), pero cuando llegó a Los Flores de Catia, en el oeste de Caracas, estableció con ellos una relación más cercana desde la parroquia Jesús Obrero. Desde 2007 y hasta 2014 se desempeñó como parte del equipo del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR). Hoy contribuye con la misión de la Compañía de Jesús en Venezuela desde el Centro de Reflexión y Planificación Educativa (CERPE).
Los invitamos a tomarse un par de minutos para que, a través de estos Ecos Ignacianos, se conviertan también ustedes en testigos de esta historia que hoy alcanza sus primeros 100 años.