Jesús María Aguirre
Monte Ávila Editores después de 50 años de vida, es aún después del deslave editorial que azota la república, la empresa de publicaciones más importante del país. Su creación en 1968 coincidía con la fundación del Centro Gumilla, y para nosotros su trayectoria ha sido digna de encomio por las ventanas que abrió a lo más granado de la cultura mundial. En su cimentación intervinieron figuras tan notables como Simón Alberto Consalvi, Juan Liscano y Rafael Arráiz Lucca.
Las corrientes literarias, antropológicas y estéticas de vanguardia, en un momento histórico como el año 1968, estuvieron plasmadas en su política editorial, y ello con la progresiva incorporación de firmas nacionales. Su proyección latinoamericana e internacional fue otro de los logros de una firma, que constituía a su vez una marca nacional, eso que ahora denominamos marca país. Sus títulos se encontraban tanto en librerías de México y Buenos Aires como de Barcelona y Madrid.
Particularmente quiero destacar la serie de títulos, sobre todo de la colección Estudios, que contribuyeron a cimentar todo un pensamiento comunicacional de raigambre venezolana, con una gran incidencia en el campo latinoamericano. Entre los ensayos e investigaciones quiero mencionar aquellos autores y títulos, que ya constituyen parte del patrimonio intelectual del país y han servido de formación a varias generaciones de profesionales del sector cultural y comunicacional. Comunicación y Cultura de Masas de Antonio Pasquali de 1963 así como los subsiguientes títulos de su autoría El aparato singular: análisis de un día de TV.- 1967; La comunicación cercenada, 1990; El orden reina, 1991; Bienvenido Global Village 1998. Otros estudios significativos que siguieron la línea investigativa trazada por el prolífico Pasquali fueron: La celestina mecánica de Marta Colomina, 1974; Información, dependencia y desarrollo, 1974 y El mito de Sísifo, 1993 de José Antonio Mayobre. El manual publicado conjuntamente por Jesús María Aguirre y Marcelino Bisbal, La ideología como mensaje y masaje en 1981 actualizó las corrientes teóricas tanto críticas como semióticas, que ya habían permeado el continente.
A esta publicación se unieron dos libros singulares La información internacional en América Latina de Eleazar Díaz Rangel 1991 y Palabras sobre imágenes de Julio Miranda sobre 30 años de cine en Venezuela 1994.
La proliferación de títulos y cierta masividad exhibicionista de la primera etapa revolucionaria, que contaba con más recursos económicos, no se ha sostenido, y hoy, a pesar de la pasión que quiere infundir su Presidente Gabriel González a la editorial, la calidad ha desmejorado, el sesgo político se ha incrementado, y las firmas más prominentes se han alejado. La recuperación de la Editorial tendrá que ir cónsona con la reconstrucción de un país sumido en una devastación, como afirmara hace poco Pasquali.
En la Biblioteca Nacional, que próximamente cumple 185 años, en la exposición “Monte Ávila Editores, 50 años editando continentes”, los visitantes pueden apreciar una muestra selecta de más de 2600 títulos publicados por la editorial en cinco décadas.