Ya en el avión que abordó el Papa Francisco, de la línea ALITALIA, ofreció una entrevista a los periodistas que lo acompañaban de regreso a Roma. Acá les presentamos lo que habló sobre los tres países a donde visitó en su gira por Latinoamérica.
Bolivia y su anhelada salida al mar
-Nos interesa saber su criterio sobre si considera justo el anhelo de los bolivianos por tener una salida soberana al mar, al Océano Pacífico. Y en el caso que Chile y Bolivia le pidieran una mediación. ¿Usted aceptaría?
“Contestando a la pregunta, lo de la mediación es una cosa muy delicada y sería como un último paso. Es decir, la Argentina vivió eso con Chile y fue realmente para evitar una guerra y una situación muy límite y muy bien llevada por aquellos a quienes la Santa Sede encargó. Detrás estaba siempre san Juan Pablo II interesándose. Y con la buena voluntad de los dos países que dijeron: bueno, probemos esto si va. Es curioso. Hubo un grupo en la Argentina, un grupo que nunca quiso esa mediación y cuando el presidente Alfonsín hizo el plebiscito sobre si se aceptaba la propuesta de mediación, obviamente que la mayoría del país dijo que sí, pero hubo un grupo que se resistió.
Siempre cuando se hace una mediación, difícilmente todo el país estaría de acuerdo. Pero es la última instancia. Siempre hay otras figuras diplomáticos que ayudan, como es el caso de los facilitadores. En este momento tengo que ser muy respetuoso de esto, porque Bolivia hizo un recurso a un tribunal internacional. Entonces, si yo hago ahora un comentario, yo soy jefe de un Estado, podría ser interpretado como inmiscuirme o una presión o algo”
La situación política del Ecuador
-Después de que usted abandonó el Ecuador volvieron los opositores a salir a las calles. Parece ser que su presencia en el Ecuador se quiere utilizar políticamente. Sobre todo por la frase que usted utilizó de que el pueblo de Ecuador se ha puesto de pie con dignidad. Yo le pregunto: ¿A qué responde esa frase? ¿Simpatiza con el proyecto político del presidente Correa? ¿Usted cree que las recomendaciones generales que ha dado usted en la visita al Ecuador con miras a alcanzar el desarrollo, el diálogo, ya se practican en el Ecuador?
“Evidentemente, sé que había problemas políticos y huelgas. Eso lo sé. No conozco los intríngulis de la política de Ecuador. Sería necio de mi parte que diera una opinión. Después me dijeron que hubo un paréntesis durante mi visita que agradezco. Es un gesto de un pueblo en pie. Respetar la visita del Papa. Y lo agradezco y lo valoro.
Con respecto a la frase que usted dice, me refiero a la mayor conciencia que el pueblo ecuatoriano ha ido tomando. Tras una guerra limítrofe con Perú no hace mucho, hay una mayor conciencia de la mayor riqueza étnica del Ecuador. Ecuador no es un país de descarte. Me refería a todo el pueblo y a toda la dignidad de ese pueblo que después de esa guerra limítrofe se puso de pie, y tomó conciencia de su dignidad. No puede atribuirse a una situación política concreta de un signo o de otro.
Esa frase fue instrumentalizada para explicar ambas situaciones: que el gobierno hizo que se pusieran de pie, o los otros. Le agradezco la pregunta, es una manera de ser cuidadoso. Si me permiten. Es muy importante en el trabajo de ustedes la hermenéutica de un texto. Un texto no se puede interpretar con una frase. La hermenéutica tiene que ser en todo el contexto. Hay frases que son la clave de la hermenéutica.
Otras que son dichas de paso. Ver todo el contexto por la situación incluso ver la historia de ese momento. O si estamos hablando de un momento interpretar un hecho del pasado con la hermenéutica de ese tiempo. Por ejemplo, las cruzadas. Interpretémoslas cómo se pensaba en ese tiempo. Es clave interpretar un discurso con una hermeneútica totalizante. No les juego como el maestro ciruela. Lo digo para ayudarle a ustedes”.
¿Por qué Paraguay no tiene Cardenal?
-Nosotros le agradecemos porque ha ya elevado el Santuario de Caacupé como basílica, pero en el Paraguay se pregunta la gente: ¿por qué Paraguay no tiene cardenal?; ¿cuál es el pecado de Paraguay, que no tenga cardenal? o en todo caso, ¿está lejos todavía de que tenga un cardenal?
“Bueno, no tener cardenal no es un pecado. La mayoría de los países del mundo no tienen cardenales. La mayoría. O sea, las nacionalidades de los cardenales, no recuerdo cuántas son, pero son minoría respecto a todo el conjunto. Es verdad, Paraguay no ha tenido ningún cardenal hasta ahora. No sabría darle la razón. A veces, para la elección de cardenales se balancean, se leen, se estudian los legajos de cada uno, se ve la persona, el carisma, sobre todo, del cardenal, que debería ser el consejero al Papa y asistir al Papa en el gobierno universal de la Iglesia. El cardenal, si bien pertenece a una Iglesia particular, es – y de aquí la palabra – incardinado a la Iglesia de Roma, y tiene que tener una visión universal. Esto no quiere decir que en Paraguay no haya obispos que la tengan, la pueden tener, pero como siempre hay que elegir hasta un número – uno no puede designar más de 120 cardenales electores – entonces, será por eso. Bolivia ha tenido dos. Uruguay ha tenido dos – dos, sí, Barbieri y el actual -. Algunos países centroamericanos tampoco han tenido, pero no es ningún pecado y todo depende de las circunstancias, las personas, el carisma para incardinarse. Y no quiere decir eso un menosprecio o que no tengan valor los obispos paraguayos. Hay obispos paraguayos geniales. Yo me acuerdo de los dos Bogarín que hicieron historia en Paraguay. ¿Por qué no fueron cardenales? Bueno, no fueron. No es un ascenso, ¿no es cierto? Yo me hago otra pregunta: ¿Merece Paraguay tener un cardenal, si miramos la iglesia del Paraguay? Yo diría, merecería tener dos, pero es por lo otro, no tiene nada que ver con los méritos. Es una Iglesia viva, una Iglesia alegre, una Iglesia luchadora y con una historia gloriosa”
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Fuente: Radio Vaticana