Yorelis Acosta
Los conflictos sociales, económicos y políticos se presentan como un obstáculo para la felicidad y el bienestar.
De más está caracterizar el contexto venezolano actual. Son muchas las variables que inciden en nuestro bienestar y en consecuencia en nuestra salud mental.
La Organización Mundial de la Salud define la Salud Mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. En palabras sencillas, significa que tenemos salud mental cuando estamos contentos, tranquilos, con energía positiva y seguridad de enfrentar el día a día.
Lo contrario es el deterioro de la salud mental y se manifiesta como un estado subjetivo de malestar caracterizado por la depresión, la ansiedad y sus correlatos fisiológicos y emocionales. Los síntomas observable son muchos tanto para la persona afectada como para su entorno:
- físicos (dolores, trastornos del sueño),
- afectivos (tristeza, miedo, ansiedad),
- cognitivos (dificultad para pensar con claridad, creencias anormales, alteraciones de la memoria),
- comportamiento (conducta agresiva, incapacidad para realizar las tareas corrientes de la vida diaria, abuso de sustancias) y alteraciones perceptivas, entre otros.
Todos estos síntomas y otros, fueron reportados por un grupo importante de personas que entrevisté en el año 2010 y luego en el 2014, así como especialistas de medicina y psicología. Los resultados se publicaron en su momento en la Revista SIC. Las conclusiones demostraron una relación directa entre factores sociales negativos y aspectos psicológicos y físicos que deterioran la calidad de vida y el bienestar general de las personas.
La relación es muy compleja y sus consecuencias van más allá del plano individual, ya que se expresan en diferentes dimensiones y se interrelacionan entre sí: lo individual, lo psicosocial, lo familiar, lo institucional.
En esa investigación caracterizamos también el ambiente venezolano como violento tomando dos indicadores: la tasa de homicidio y la conflictividad social. E identificamos los aspectos de mayor preocupación para los venezolanos: la violencia diaria y sus consecuencias, los aspectos económicos (bajo salario, desempleo, inflación, escasez de insumos básicos), los desastres naturales y los conflictos políticos.
Esos mismos elementos están presentes hoy y en mayor dimensión sin duda. Así que es muy común que se me consulte sobre las medidas que podemos tomar para sobrellevar el país y su dinámica y protegernos psicológicamente ante esta situación. Yo sugiero proteger el cuerpo y la mente porque ambos están interrelacionados.
- Mover el cuerpo. Eso implica desde hacer ejercicio, hasta caminar. Debemos incluir en nuestra rutina diaria algún tipo de actividad física positiva que contrarreste los daños que causa el estrés. Cada uno debe pensar en su ambiente y en el tiempo que dispone, para dedicar en su rutina diaria unos minutos a estirarse, caminar, bailar. Si puede vaya al gimnasio y si no, ponga música o un vídeo en su casa y baile.
- Ideal: yoga, relajación, visualización. Real: siéntese cómodo, cierre los ojos, ponga música suave, relájese y concéntrese en su respiración. Exhale e inhale. Dedíquese a eso 10 minutos al día.
- Si trabaja mucho tiempo de pie o sentado, haga micropausas de trabajo y estírese. No se trata de interrumpir el trabajo sino de estirar el cuerpo como si se estuviera despertando y siga trabajando. Yo tengo frente a mi computadora un papel que dice que cada hora debo estirarme y tomar un vaso con agua.
- Tengo otro papel que dice: Todo menos comer. Eso porque lo más común es que la ansiedad nos estimule el apetito, entonces puedo hacer varias cosas que calmen la ansiedad y las ganas de comer. Eso dependerá del lugar donde esté. Si estoy en mi casa: puedo tomar un baño, mirar por el balcón, mirar el Ávila, mecerme en mi hamaca unos 10 minutos o hacer una siesta. También ayuda oír música.
- Limpie la nevera de alimentos que tengan alto contenido calórico. Tenga siempre frutas, gelatina, zanahorias… lo que le guste pero que sea más saludable que una chuchería. Prefiera las infusiones antes que el café. Deje este último para las mañanas, disfrútelo, desde el aroma hasta su maravilloso sabor.
- Tome un baño antes de dormir, llénese de crema (póngale agua para que le rinda). ¿Tiene pareja? Dígale que se la ponga en la espalda, en los pies… si no tiene crema, volveremos a la sábila. Eso sí que hay en casi todas las casas o en casa de una vecina. Pídale una penca, la pela, la licua y la guarda en un frasco en la nevera. Luego se la frota en el cuerpo. Es buenísima.
- El sexo también ayuda…
- Procure dormir bien. Es falso que trabajar más o trabajar en la noche va hacer que su trabajo sea mejor. Lo que realmente importa es que usted descanse y se sienta tranquilo para enfrentar el día a día. Si no se siente tranquilo, entonces debe hacer algo. Puede tomar medidas correctivas o ir al especialista.
- Medidas correctivas: tenga un horario para ir a dormir, estire el cuerpo antes de dormir y también puede tomar una infusión caliente, prefiera el tilo, la manzanilla, pruebe otras infusiones que son realmente maravillosas.
- Haga visualizaciones positivas. Imagínese esa Venezuela hermosa donde le gustaría vivir. Use su mente, soñar despierto es gratis. Nada de TV y películas horrendas y violentas, por el contrario ponga el canal que le parezca más fastidioso, así se quedará dormida/o.
- Identifique cual es el síntoma de su estrés y a combatirlo. ¿Dolor de cabeza? ¿Espalda, muelas? ¿Piernas? ¿Tensión? ¿Insomnio? ¿Le duele el estomago? Es importante saberlo para abordarlo adecuadamente.
- Identifique también que cosas le irritan: el tráfico, el desorden de los hijos o pueden ser cosas mucho más difíciles de cambiar como el caos, la crisis, la injusticia. Entonces ante esos eventos que no pueden evitarse hay que generar estrategias de contención.
- Desconéctese en algún momento de la semana. No lea, no escuche noticias. No haga casos de rumores. Cuantas veces a escuchado “¡ahora si!” Y nada… nada es cierto. No crea en cuentos. Busque fuentes confiables y analice el momento. No se preocupe innecesariamente.
- Si lo necesita: llore. Desahóguese y vuelva a levantarse.
- La agenda diaria
- El orden es importante. Haga una lista de las cosas pendiente y ordénelas por importancia. ¿Cuáles son para hoy? ¿Cuáles pueden esperar? Pregúntese siempre: ¿Qué pasa si no hago esto hoy? Se dará cuenta que muchas veces no pasa nada y nos angustiamos innecesariamente.
- No es correcto que el mayor peso de la casa lo tenga una persona, todos deben colaborar. Dele responsabilidades a todos en casa, Si tienes hijos pequeños, que recojan sus juguetes. Al esposo, que bote la basura, friegue los platos, llene las botellas de agua. Cualquier colaboración para las madres lo agradeceremos y usted se va a sentir más aliviada.
- Nada mejor que una tarde o un desayuno con gente querida. Hable de sus problemas y de sus preocupaciones.
- Hay gente que se reúne a no hablar de cosas negativas; es decir, a hablar de cosas positivas. Entonces uno hace un esfuerzo por buscar y encontrar cosas buenas en esta Venezuela. Y aparecen. Eso es bueno.
- Reúnase con gente positiva.
- Vaya al cine, al teatro, a la playa si le gusta. Ya los horarios han cambiado para que la gente regrese temprano a sus casas.
- Busque espacios públicos que se puedan disfrutar, como plazas y parques. La ciudad también ofrece actividades públicas y gratis.
- Haga una lista de sus fortalezas personales y sociales.
- Tenga un hobby: jardinería, cocina, lectura… intercambie libros con sus conocidos.
- Puede que el problema sea vivir en esta Venezuela donde tenemos que desarrollar estrategias para sobrellevar el ambiente violento. ¿no lo soporta? Hay gente que ha optado por irse. ¿No puede irse? Debe buscar estrategias de supervivencia entonces. Esas estrategias implican medio encerrarse en su casa y en sus amigos, o trabajar por el cambio en Venezuela. Es un camino largo pero no imposible.
- Finalmente, si decide participar en ambientes sociales que estimulen el cambio social, paralelamente dedíquese un tiempo a usted. No se olvide de usted. Eso es cuidar su salud mental.
- Si se le ocurren otras cosas agréguelo a la lista y compártalo. Si necesita ayuda psicológica profesional puede llamar a la Federación de Psicólogos ubicada en Maracacuay, siempre hay especialistas atentos: (0212) 2564277-2564043