Para: Rafael Luciani (Doctor en Teología dogmática de la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma)
De: Adolfo Blanco R. (Magister en Teología de la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas)
Estimado Rafael:
Entiendo que una porción de laicos, religiosos y sacerdotes venezolanos se haya molestado, y que siga molesta y molestándose, por los comentarios que una incontestable mayoría de venezolanos de a pie –incluida mi persona esgrime ante la actitud que ha asumido el Papa Francisco a todo lo largo del trágico conflicto que estamos viviendo en nuestro país y que haya expresado críticas –y las siga expresando- a raíz del último desliz político que tuvo en su vuelo de regreso desde Egipto a Roma. Ese agudo criticismo del venezolano de a pie ha hecho que esa porción de laicos, religiosos y sacerdotes venezolanos –incluida tu persona- haya salido en su defensa alegando –entre otras razones- el cansancio físico y mental que el Pontífice cargaba encima en esos momentos por lo que, en esta ocasión, decidí permanecer respetuosamente en silencio respecto de dichas declaraciones pontificias.
Sobre lo que no puedo permanecer en silencio es sobre las gratuitas afirmaciones que haces sobre Lilian Tintori en el artículo de la Revista SIC del Centro Gumilla donde calificas de “tono irrespetuoso” la declaración que ella hizo durante su reciente viaje a Brasil cuando afirmó –según la nota de la Agencia EFE del 11 de mayo- en forma muy puntual que la “insistencia del papa Francisco” en reanudar “un diálogo” con el Gobierno de Nicolás Maduro era “inaceptable”, y no como tú afirmas en tu artículo, sin precisar nada, que Lilian Tintori dijo que “la posición del Papa era inaceptable”. Más adelante –y según la misma agencia noticiosa- Lilian Tintori afirmó que la “única” solución a la crisis venezolana “son elecciones inmediatas”. Por su parte, monseñor Pietro Parolín, Secretario de Estado de la Ciudad del Vaticano -después de mes y medio de protestas en las que ya habían fallecido 47 personas según el cálculo de la Fiscalía de la República para el viernes 19 de mayo- por fin declaró a la emisora Radio Vaticana que “la solución verdadera [para superar la tragedia venezolana] sería las elecciones”; declaración hecha ocho días después de las realizadas por Lilian Tintori lo que viene a confirmar que sus declaraciones no sólo no fueron irrespetuosas sino que fueron la condición necesaria para que El Vaticano se pronunciara al respecto.
Y tampoco puedo permanecer en silencio acerca del maltrato que imprimes en tu artículo sobre la personalidad de Lilian Tintori al sostener gratuitamente que tal declaración la emitió “obviamente sin haberla sopesado”, lo que intenta calificar su persona como irresponsable e incapaz de calcular o considerar por anticipado las ventajas o inconvenientes de dicha declaración; y cierras tus improperios agregando que “Lilian Tintori ha variado su opinión [sobre el Papa y el Vaticano] en el tiempo de manera inexplicable” con lo que tratas de imprimir a su personalidad un espurio espíritu acomodaticio. Tales comentarios, además de encerrar un inmerecido tono irrespetuoso, se estrellan contra uno de los íconos más destacados, a nivel nacional e internacional, de la lucha que los venezolanos de a pie estamos llevando a cabo frente a un régimen fallido y criminal para recuperar nuestras libertades y derechos. Adicionalmente, manifiestan una profunda falta de perspicacia y un soberano desliz político de tu sobrada inteligencia al equivocarte en la selección de tu objetivo. En esta terrible saga que estamos viviendo hay millones de venezolanos de a pie que, generosamente, han arriesgado su vida -y la siguen arriesgando día tras día- en todos los rincones del país para rescatar las secuestradas libertades que todos padecemos por lo que no dudo en asimilar a tan heroico sacrificio el coraje y la valentía asumidos por Lilian Tintori en su lucha buscando regresar las instituciones del Estado venezolano al sistema constitucional al que pertenecen.
Por último, y debido a tus facilidades de acceso ante las autoridades vaticanas, te agradeceré le trasmitas de mi parte a monseñor Pietro Parolín que sopese la conveniencia de revisar el talante que viene mostrando hacia Lilian Tintori a partir de diciembre de 2016 cuando -junto con la mamá de Leopoldo López y la esposa de Antonio Ledezma- estuvo encadenada a las rejas vaticanas varios días con sus noches a temperaturas bajo cero y monseñor Parolín decidió ignorar su presencia; error grave ya que, para lograr la solución integral a la tragedia que estamos sufriendo todos los venezolanos, sin excepción, ninguna persona ni institución pública o privada, incluido el Estado de la Ciudad del Vaticano, puede darse el lujo de ignorar a Lilian Tintori.
Un saludo.
Adolfo Blanco R.
Magister en Teología de la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas
P.D. Rafael: Te agradecería que, ejerciendo nuestro derecho a réplica en nombre de mi hija Lilian, solicites a la Revista SIC la publicación de esta carta abierta dirigida a tu persona.
Los lectores interesados en acceder al artículo de Rafael Luciani publicado en la Revista SIC del Centro Gumilla pueden hacerlo abriendo el siguiente link:
¿Es la posición del Papa Francisco distinta a la de los obispos venezolanos?