Por Carlos Torrealba Rangel*
Carlos Raúl Villanueva falleció el 16 de agosto de 1975, a la edad de 65 años, a causa del Mal de Parkinson. Nació con la modernidad, al inicio del siglo XX, el 30 de mayo de 1900 en la ciudad de Londres, capital de Inglaterra y del Reino Unido. Su padre, Carlos Antonio Villanueva, era un ingeniero civil y diplomático venezolano. Su madre, Paulina Astoul, era una mujer de la aristocracia francesa. Contrajo nupcias el 28 de enero de 1933 con Isabel Margarita (Margot) Arismendi Amengual, hija del urbanizador Juan Barnardo Arismendi. El enlace entre Raúl y Margarita tuvo 4 hijos: Francisco Raúl, José Carlos, Paulina de la Inmaculada y Carlos Raúl.
Europa forjó la primera parte de su vida. Se formó en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, de la cual se gradúa en 1928 y ese mismo año, visitó por primera vez a Venezuela. Regresa a París en 1937, e inicia sus estudios. Sin concluir, en el Instituto de Urbanismo de la Universidad de París, nuevamente regresa a Venezuela y, a partir de ese momento, forma parte fundamental de la construcción de la identidad arquitectónica y urbanística de lo que hoy es la cotidianidad de los caraqueños. Es considerado como el más importante arquitecto y urbanista del siglo XX, iniciador, supremo exponente e impulsor de la arquitectura moderna en Venezuela.
En 1944 se encarga del diseño y construcción de la nueva sede de la Universidad Central de Venezuela, que estaba destinada a convertirse en su máxima creación de dimensión universal: la Ciudad Universitaria de Caracas, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Esta obra agrupa una gran cantidad de edificios y funciones enriquecidos con piezas maestras de arquitectura moderna y de otras artes plásticas, en lo que se ha dado en llamar la “Síntesis de las Artes Mayores”, que encuentra su máxima expresión en el Aula Magna, con sus nubes acústicas de Alexander Calder, en el Estadio Olímpico con sus enormes estatuas alegóricas al deporte y en la Plaza Cubierta con sus murales y esculturas de artistas como Jean Arp, Fernand Léger, Victor Vasarely y Mateo Manaure.
Muchas fueron sus obras, las cuales constituyen ejemplos indiscutibles del legado que modernizó a Venezuela. En el caso particular de Caracas, cabe mencionar 8 hitos arquitectónicos que hicieron de la capital de Venezuela una de las ciudades más modernas de América Latina: Reurbanización El Silencio (1941); Museo de Bellas Artes, hoy Galería de Arte Nacional (1935,); Museo de Ciencias Naturales (1936); Urbanización 23 de Enero (1957); Urbanización San Martín (1949); Unidad Residencial El Paraíso (1955); Escuela Gran Colombia, hoy Grupo Escolar Francisco Pimentel (1939); y la antes mencionada Ciudad Universitaria de Caracas (1944-1954).
Otras de sus obras emblemáticas realizadas en el interior del país, fueron: el Hotel Jardín (Maracay, 1929), la Plaza de Toros Maestranza César Girón (Maracay, 1933), la Escuela de Ingeniería de Petróleos de la Universidad del Zulia (Maracaibo, 1953) y el Museo Jesús Soto (Ciudad Bolívar, 1970).
Recibió premios en el Congreso Panamericano de Arquitectos en Lima (1947) y en la Bienal de Sao Paulo (1957), además del Premio Nacional de Arquitectura de Venezuela (1963).
Sin duda, como lo ha expresado el arquitecto argentino Francisco Bullrich, Carlos Raúl Villanueva fue “el arquitecto que más ha hecho por concentrar la atención del mundo sobre la producción arquitectónica venezolana”.
*Economista. Secretario Ejecutivo de la Fundación Plan Estratégico de Caracas | @carlostorrealbarangel.
Fuente:
Fundación Villanueva: www.fundacionvillanueva.org
