“Ya no nos sorprende escuchar o leer noticias de enfrentamientos y peleas entre liceos, destrozos de mobiliarios, violaciones y asaltos a mano armada en las universidades, la exigencia de morrales transparentes para evitar que los alumnos introduzcan armas, el comportamiento violento de algunos estudiantes incluso contra sus propios profesores. De hecho, los centros educativos aparecen mucho más en las páginas de sucesos que en las de educación. Todo esto no debería sorprendernos demasiado dado que la violencia se está convirtiendo en una cultura que ha penetrado todo desde las familias hasta la política, al punto que consideramos normal insultarnos, ofendernos o maltratarnos y nos da miedo salir a la calle tomada por la delincuencia”.
Antonio Pérez Esclarín: Bullying y acoso escolar