Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por las consecuencias que pueda tener sobre la libertad de información el golpe de Estado del 28 de junio de 2009. El golpe militar que destituyó del poder al Presidente Manuel Zelaya estuvo seguido de un toque de queda, durante el cual se suspendieron las frecuencias de varios medios de comunicación audiovisuales.
“Por principio, condenamos un golpe de Estado contra un presidente elegido democráticamente, que justifica todos los temores en materia de respeto de las libertades fundamentales, y entre ellas la de informar. Las suspensiones o cierres de medios audiovisuales, tanto locales como internacionales, manifiestan la clara voluntad que tienen los golpistas de ocultar los acontecimientos. La Organización de los Estados Americanos (OEA) y la comunidad internacional deben exigir, y conseguir, el levantamiento de este ‘black out’ mediático”, declaró la organización.
Como consecuencia del golpe de fuerza militar, en el momento en que se inició el toque de queda la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) tuvo que notificar a los operadores del cable la prohibición de que emitieran algunos canales internacionales como Telesur, Cubavisión Internacional y CNN Español. Las frecuencias de Radio Globo y otras varias emisoras también se vieron afectadas por bloqueos y cierres.
Afuera de la capital, cuatro horas después de producirse el golpe, unos 25 militares invadieron los locales de Radio Progreso, una emisora perteneciente a la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), y obligaron a la redacción a cesar toda actividad. En un comunicado, su director, Ismael Moreno, subraya que algunos lugareños se pusieron en medio, evitando que se produjeran violencias más graves. Radio Progreso, ahora en el punto de mira de los militares, todavía no ha decidido cuando reanudará su programación.
La toma del poder por los militares, y la investidura en el Congreso de Roberto Micheletti para la presidencia, han provocado manifestaciones de apoyo al presidente Manuel Zelaya. En Tegucigalpa, unos miembros de la Asociación de Taxistas de Honduras atacaron violentamente a un fotógrafo del diario El Heraldo. Los manifestantes apedrearon al periodista y después le dieron una paliza, cuando estaba en el suelo.
“En tiempos normales, los periodistas hondureños ya padecen una gran inseguridad. En las actuales circunstancias hacemos también un llamamiento a la responsabilidad de los medios de comunicación. Que se cuiden mucho de contribuir a una polarización de la opinión pública, lo que correría el peligro de exponer a sus periodistas a represalias aún mayores”, concluyó Reporteros sin Fronteras.