Javier Contreras.
La junta directiva de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) ha expresado la satisfacción por la aprobación de dólares a 6.30 bs, medida que facilita la contratación de jugadores extranjeros y permite pensar en un nivel de competitividad atractivo para los fanáticos. Mediante este acuerdo, el Ministerio del Poder Popular para el Deporte y la Juventud con el beneplácito de CENCOEX, estarán otorgando a la LVBP una cifra que ronda entre 6 y 8 millones de dólares.
El béisbol organizado, conocido como el pasatiempo nacional, tiene motivos para celebrar, hecho que alegra a muchos venezolanos seguidores de la pelota. Lo que no debe pasar por debajo de la mesa es la tasa preferencial de cambio con la que el Gobierno colabora con la LVBP, tasa que no ha sido aprobada desde hace tiempo para rubros como calzado, ropa, libros e incluso productos relacionados a la salud. Ciertamente el esparcimiento es un componente importante de la calidad de vida, pero no deja de llamar la atención la erogación de divisas extranjeras para una actividad que dura poco más de tres meses y finalmente es un negocio de pocos.
Ninguna animadversión contra el béisbol, tampoco contra los propietarios de los equipos, la intención es señalar las desigualdades que produce contar con distintos tipos de cambio que facilitan la discrecionalidad de criterios para la adjudicación de dólares. Ojalá que el espaldarazo recibido por la LVBP se haga extensivo a los otros deportes profesionales y amateur del país, para que se atiendan las infraestructuras, se capacite a los entrenadores y se puedan adquirir los equipos que cada disciplina amerite; esto sin olvidar que hay sectores productivos del país que bien valdría la pena reciban dólares realmente preferenciales.