Cesar Emilio Torres
La beatificación de Carmen Rendiles ha sido una noticia para los fieles católicos. Trinette Durán de Branger fue quien dio su testimonio por escrito y pasó a ser estudiado por el Colegio de Relatores de la Congregación para la Causa de los Santos de la Santa Sede. El papa Francisco dio a conocer el pasado 19 de diciembre el decreto pontificio, luego de aprobarse una curación milagrosa en forma “instantánea, perfecta, estable y duradera” el 18 de julio de 2003.
Para Jorge cardenal Urosa Savino el estudio de una vida ejemplar consagrada a Dios y al servicio de los demás es un llamado a la elevación espiritual. La decisión pontificia sobre Carmen Rendiles la convierte en la tercera beata venezolana junto a María de San José de Maracay (1995) y Candelaria de San José de Altagracia de Orituco (2008).
“Faltarán días de mi vida para agradecerle a madre Carmen aquel favor tan grande y que haya intercedido”, fueron las palabras de Trinette Durán, quien explicó lo sucedido en el momento en que fue tocada por Dios. “Después de estar en oración junto a la hermana María San Luis, quien sobaba mi mano y el brazo y decía constantemente ‘papá Dios te va a curar, ya verás que madre Carmen te va a ayudar’. Al entrar al lugar donde reposa el cuerpo de la hoy beata, una luz irradió la habitación, y por la misericordia divina fui sanada; sudé muchísimo y yo estaba muy bien. Estaba perfecta; pasé tres días con una sensación de plenitud, de paz, de felicidad, en verdad son muchísimas las emociones”.
Según narra la profesional de la medicina, bendecida con el milagro, su brazo quedó inmovilizado cuando realizaba una operación en el hospital “Pérez Carreño” de Caracas, luego de recibir una descarga eléctrica en pleno quirófano que la incapacitó por dos meses. El diagnóstico del informe revela atrapamiento leve del nervio mediano del túnel del carpo derecho. Trinette Durán de Branger narra que fue a la sede del Colegio Belén, en los Palos Grandes, en la búsqueda de su paz interior antes de ser operada de su brazo. Frente a un cuadro la beata un rayo de luz emanó del borde de la pintura que le llegó hasta su hombro. Perdió el conocimiento por un momento y al despertar, su brazo quedó curado.
El testimonio del milagro está en reserva como parte del protocolo vaticano. En la ceremonia de beatificación, pautada para este sábado, 16 de junio, a las 10:00 am en el estadio universitario de Caracas, será contado por su protagonista: “Que bella oportunidad para pedir por nuestra limpieza espiritual y nuestros enfermos. Creo que este es el momento”, dijo en referencia al porqué asistir.
En representación del papa Francisco estará presidiendo la ceremonia Ángelo cardenal Amato, prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, máximo tribunal eclesiástico que se encarga del estudio de la obra y los milagros atribuidos a los futuros santos. Es la primera caraqueña elevada a la dignidad de beata.
El papa Benedicto XVI reconoció las “virtudes cristianas en grado heroico” y la declaró venerable el 5 de julio de 2012. Su causa de beatificación fue introducida en 1995 bajo el pontificado de Juan Pablo II. Una vez admitida la petición por el Vaticano ante la Congregación para la Causa de los Santos, se les proclama Siervo de Dios. Comprobadas las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) son declarados Venerables, como es el caso actual de José Gregorio Hernández y madre Emilia de San José. En este periodo se estudian los milagros adjudicados a su intercesión y de ser comprobados son elevados a Beato, paso que abre la segunda fase que sería su causa de canonización.
Una de sus discípulas en la congregación, la hermana María Anselma Espinoza, narra que Carmen Rendiles nunca llamó la atención de las personas que estaban en su entorno. “La caracterizó la sencillez en la oración y en todo su modo de ser: era recta, pero sencilla. Estaba totalmente llena del amor de Dios, que lo transforma todo. Así, ella tuvo que pasar por muchas pruebas, contrariedades y dificultades, y era que el Señor la estaba probando. Cuando quiso ser religiosa, ninguna congregación la aceptaba por faltarle un brazo por una circunstancia congénita. Entonces perseveró y se volcó en la catequesis”.
La beata Rendiles ingresó el 25 de febrero de 1927 a la comunidad de las Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento, de origen francés. El celo por preservar el espíritu y el carisma de la fundadora, hermana Onesima Guibret, la llevaron a crear en Venezuela la Congregación de las Siervas de Jesús en 1966, desmembrándose de la comunidad europea cuando estas pretendieron secularizarse. Le motivó una cuestión de disciplina, normas y realidad geográfica, pues entre Europa y América era muy difícil la comunicación tras los efectos de la II Guerra Mundial. Fue nombrada superiora general, cargo que desempeñó hasta su nacimiento para el cielo el 9 de mayo de 1977.
Fuente: http://efectococuyo.com/la-humanidad/beata-carmen-rendiles-signo-de-bondad/