Scroll Top
Edificio Centro Valores, local 2, Esquina de la Luneta, Caracas, Venezuela.

Balance internacional 2015

balance-internacional-2015

Demetrio  Boersner

El panorama internacional del año 2015 incluyó episodios violentos, pero también perspectivas de entendimiento y conciliación

Venezuela constituyó un caso de excepción negativa en un hemisferio que, de manera general, tendió hacia rumbos de moderación y de diálogo.  El país vivió un año de crisis política y socioeconómica, acompañada de expectativas preelectorales. La gestión autoritaria y desacertada del presidente Maduro afligía e irritaba a la población, a la vez que se abrieron frentes simultáneos de conflicto exterior con Guyana por un lado y con Colombia por el otro.  En ambos casos, la diplomacia venezolana se mostró poco previsiva y  poco coherente.

Estados Unidos, la Unión Europea y la opinión pública democrática internacional se unieron a lo largo del año, en un movimiento de críticas de la violación de derechos humanos y libertades democráticas por parte del gobierno venezolano, y de la participación de altos funcionarios del mismo en actividades delictivas transnacionales. La preocupación universal ante las actitudes del régimen venezolano quedó atenuada por la contundente victoria democrática  en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.

Las Américas en evolución liberal y dialogante

Durante todo el año, Estados Unidos se distinguió entre los países del mundo por su lenta pero segura recuperación de los efectos de la gran recesión de 2008.  Paso a paso se revigoriza su producción económica y disminuyen sus tasas de desempleo y subempleo.  A pesar de ello, los demócratas se preocupan por la creciente desigualdad entre altos y bajos ingresos.  El presidente Obama se muestra incansable en sus esfuerzos de reforma y democratización social, pero estos suscitan reacciones cada vez más negativas por parte de la derecha, representada por el Partido Republicano que, también ataca al Presidente por  sus presuntas “vacilaciones” en política exterior.  Sin embargo, parecen confiables los pronósticos de triunfo de una personalidad liberal progresista –que podría ser la señora Hillary Clinton- en las elecciones presidenciales del año venidero.

México y Centroamérica tendieron a fortalecer sus vínculos económicos con Estados Unidos y con el área del Pacífico, a la vez que encaran, juntos, el problema de la incesante presión migratoria “hispana” hacia el norte. En dirección sur, fortalecen su participación económica, social y política en la Alianza del Pacífico que los vincula a Colombia, Perú y Chile.  Visiblemente, en el transcurso del año, esta alianza ha ganado mayor importancia económica e influencia estratégica en el seno del hemisferio, mientras ha tendido a debilitarse la alianza atlántica representada por Mercosur.  Las dos agrupaciones han venido representando tendencias distintas de pensamiento económico y social: la del Pacífico, liberal y abierta al concepto de la globalización, en tanto que Mercosur se aferraba más a la idea de una integración regional neo-cepalista.  Durante el año transcurrido, el debilitamiento económico y político de Brasil ha afectado el prestigio de Mercosur, del cual era el “motor” principal.

Sin embargo, no se debe hablar de un “triunfo” de la Alianza del Pacífico sobre Mercosur, porque este último aporta logros valiosos. El liberal Mauricio Macri, quien arrebató la presidencia de la Argentina a los peronistas,  coincide con mandatarios socialdemócratas como Michelle Bachelet, de Chile, y Tabaré Vázquez, de Uruguay, en la esperanza de impulsar una armonización de las actuaciones de ambos proyectos de integración.

Un acontecimiento de gran importancia, ocurrido durante el año 2015, fue la reconciliación entre Estados Unidos y Cuba, la cual “vuelve del frío” a la comunidad de países con economías de mercado y pluralismo de opiniones. El proceso de reconciliación y de incipiente liberalización cubana contó con el apoyo decidido y eficaz del papa Francisco, del gobierno de Canadá y de la Unión Europea.

Otro avance histórico hacia el diálogo y la moderación en tierras americanas, lo constituyó el proceso de negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC  A lo largo de los meses, las respectivas posiciones se han acercado, y se vislumbra un probable resultado feliz, de paz y reconciliación.

Por último, cabe destacar como importantes y positivas para los pueblos de América, las visitas del papa Francisco, primero a tres países de Suramérica, después a Cuba y finalmente a Estados Unidos.  En su gira suramericana, el Papa denunció las injusticias de un orden económico basado en el afán de lucro y ensalzó la acción popular por la democracia social, a la vez que condenó las ideologías totalitarias.  En Cuba dio aliento a la re-cristianización de una sociedad largamente sometida a prédicas ateas, y en Estados Unidos difundió amplios mensajes de solidaridad humana, recibidos con alegría por creyentes y no creyentes.

Geopolítica y tensiones

El año se abrió con tensiones geopolíticas tanto en la parte occidental como en la oriental del espacio euro-asiático.  El conflicto surgido entre Rusia y el gobierno pro-occidental de Ucrania (apoyado por la OTAN) causó pasajeros temores de “tercera guerra mundial”.  Sin embargo, los gobernantes se mostraron sensatos y surgió el acuerdo de Minsk como fórmula moderadora.  Por otra parte, la amenaza terrorista del llamado Estado Islámico de Irak y Siria, hizo necesaria una creciente coordinación de políticas defensivas entre el Occidente y Rusia, junto con los sectores moderados del mundo musulmán.

El otro foco de tensión geoestratégica, preocupante y peligrosa, está localizado en Asia oriental, por las disputas marítimas de China –imperio en gradual expansión- con Japón y otros países de la zona, respaldados por el gran poder de Estados Unidos.  Al mismo tiempo se configura, paso a paso, un cuadro de rivalidad global entre Norteamérica y China como máximas potencias económicas.  En esa competencia estratégica, Estados Unidos acaba de ganar ventaja adicional, por el acuerdo de Asociación del Pacífico, suscrito por doce naciones de Asia, Oceanía y América, con exclusión de China.  Afortunadamente, sin embargo, tanto el gobierno chino como el norteamericano muestran su anhelo de que su rivalidad económica no se traduzca en enfrentamientos militares o navales.

Recesión, migraciones y terrorismo

El año 2015 ha sido difícil para la Unión Europea, hasta el punto de amenazar su misma existencia como proyecto de integración supranacional.  En la primera mitad del año la UE enfrentó la crisis de la deuda soberana de Grecia, país miembro de la zona monetaria del euro, cuyo “default” amenazaba la solidez financiera del bloque regional en su conjunto. Los debates acerca de cómo manejar la crisis fiscal griega causaron grietas entre los diversos estados nacionales miembros de la UE y fortalecieron tendencias separatistas y radicales.

Apenas superada la crisis griega, Europa tuvo que encarar otra, aun más difícil y más peligrosa. La intensificación de las operaciones bélicas del “Estado Islámico” o “Califato”, empeñado en sojuzgar el mundo entero a una autoridad islamista tradicionalista y fanática, causó la huida de centenares de miles de personas del Medio Oriente hacia el continente europeo.  Para fines del año este aflujo de refugiados continuaba, y será incontenible en 2016, a menos que el Occidente, en alianza con Rusia y con el mundo musulmán moderado, logre derrotar al “yihadismo” desencadenado.  Entre tanto, la presión migratoria sobre Europa amenaza la integridad de la UE.  No sólo los gobiernos nacionalistas de algunos países de Europa centro-oriental, sino incluso el primer ministro del Reino Unido se muestran reacios a admitir refugiados y piden restringir o suspender temporalmente la libre circulación de personas dentro de la región.  Al mismo tiempo, se ven fortalecidos los movimientos radicales que cuestionan la existencia misma de la UE y quisieran restablecer un continente de naciones separadas.

No obstante, se mantiene en el seno de los grandes países europeos la mayoría (algo reducida pero todavía firme) de las personas que, con sólida convicción cívica, optan por mantener y defender la unidad europea y las  modernas nociones de Estado de Derecho, derechos humanos y democracia representativa.  Los actuales gobernantes de países como Alemania, Francia y España muestran un elevado sentido de responsabilidad histórica, y es probable que Europa sobrevivirá a su actual crisis como región integrada y democrática, con economía social  de mercado       

Acuerdo sobre el cambio climático             

Seguramente el acontecimiento más feliz e importante del año 2015 fue el acuerdo mundial  sobre el cambio climático, logrado en París a comienzos del mes de diciembre.

Desde las décadas finales del siglo XX ha crecido la preocupación mundial por el cambio climático; es decir, el recalentamiento progresivo de la atmósfera terrestre por efecto de su contaminación con gases tóxicos emanados, principalmente, de instalaciones industriales. En 1992, la Conferencia Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático marcó el comienzo de una serie de 21 reuniones internacionales referidas a ese tema. Se adoptaron ciertas decisiones vinculantes para reducir la contaminación ambiental, sobre todo por el Protocolo de Kioto, de 1997.  Pero a lo largo de los años, poderosos intereses económicos actuaron para negar la realidad del cambio climático, y para frenar o demorar la adopción de medidas correctivas, ya que estas ocasionarán elevados  gastos o pérdidas financieras para las empresas afectadas, sobre todo de la industria energética.

A comienzos del año transcurrido, el papa Francisco propagó mundialmente su encíclica Laudato Si, y denunció la subordinación del bien planetario a intereses egoístas.  Por otra parte, las organizaciones ecologistas no gubernamentales de dimensión mundial movilizaron a inmensas multitudes en apoyo a medidas eficaces para salvar el clima.  Gobernantes dignos, como Obama en Estados Unidos, Hollande en Francia y Merkel en Alemania, se pronunciaron en el mismo sentido.  Por ello, la conferencia de París (“COP 21”) logró un vasto consenso final que establece metas obligatorias para la reducción de emisiones nocivas y, por la primera vez, pone de acuerdo a países desarrollados y emergentes con respecto a las responsabilidades y las tareas de los unos y los otros.

NDR: Este es el último análisis escrito por el profesor Demetrio Boersner para la sección “Hora Internacional”. Durante muchos años interpretó y analizó los sucesos más resaltantes del acontecer mundial y latinoamericano para entregar a los lectores de la revista herramientas de reflexión sobre esos aconteciminetos. Miembro del Consejo de Redacción de la revista SIC, siempre será para este equipo un referente de profesionalismo, responsabilidad y, sobre todo, por su gran calidad humana. 

Entradas relacionadas
Subscribe
Notify of
guest
0 Comentarios
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría saber tu opinión, por favor comenta.x
()
x
Nuestros Grupos