Colegio Nacional de Periodistas
Seccional Caracas
Las expectativas abiertas por la pluralización de las voces en la Asamblea está siendo frustrada no solamente por las nuevas restricciones del Reglamento de Debates, sino por incontrolada actuación de barras, que gritan consignas. El espacio del debate público se convierte así en un lugar de confrontación acompañada de gritos y amenazas, más que de argumentos, con riesgo de ir incluso a las agresiones físicas. Es lamentable, por otra parte, ver el espacio de la Asamblea, que debe ser ejemplo de democracia y pluralidad, convertido durante las interpelaciones a los Ministros, más bien en un recinto burocrático cercano a un reducto partidista, que a un ágora de discusión democrática. Las exigencias planteadas recientemente –el 15 de febrero– por el Sindicato Nacional de Prensa merecen ser consideradas en aras de un ejercicio más libre de la profesión periodística y de la transparencia pública, cuando afirman:
“El Poder Legislativo está obligado a ser ejemplo de democracia y pluralidad” aseguró el organismo sindical mediante el siguiente comunicado que emitieron a la Asamblea Nacional.
Ante el cerco del que son víctimas los colegas periodistas que cubren la fuente legislativa, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa protesta el comportamiento de las autoridades de este Poder Público que está obligado a dar ejemplo de democracia, de pluralidad y, sobre todo, de respeto a las leyes de la República, entre ellas la Ley madre que es la Constitución Nacional.
El acceso a la información no es una prebenda de gobierno ni de organismo público algunos, al contrario, es un derecho consagrado en el artículo 58 de la Carta Magna que establece: “Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura”. Es a través de los medios de comunicación y del trabajo de los periodistas que tal derecho puede ser resguardado.
Desde el SNTP denunciamos las restricciones impuestas a los periodistas que cubren la Asamblea Nacional y repudiamos las condiciones indignas en que deben permanecer en las instalaciones del Palacio Federal Legislativo y del edificio José María Vargas, donde funcionan las comisiones permanentes del Parlamento y demás direcciones administrativas.
Hemos visto cómo son sometidos al maltrato de los funcionarios de seguridad y confinados a algunos metros cuadrados en el patio del Palacio. Allí deben pelearse una silla para no permanecer de pie el tiempo que duren las sesiones y para no tener que comer –cuando las jornadas son largas- sentados en el piso.
La criminalización del ejercicio periodístico que, entre otras acciones, ha llevado al cierre de las salas de prensa de la Policía Científica, del Palacio de Miraflores, de la Vicepresidencia de la República, de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y de la misma Asamblea Nacional, también le impide hoy a los comunicadores conocer de primera mano, e informar en consecuencia, los detalles que se dan dentro del hemiciclo de sesiones.
La actitud hostil frente a los periodistas se ha hecho patente en la Asamblea Nacional desde finales de la gestión anterior, dirigida por la diputada Cilia Flores. No obstante, con la instalación de este nuevo Parlamento, en el que conviven tanto bancadas afines como opositoras al Gobierno nacional, es más evidente la intención de imposibilitar la cobertura, prohibiendo el ingreso al palco de prensa que está en el área de deliberación de los diputados e impidiendo el libre desplazamiento por la sede del Legislativo.”