Adela Cortina: “La economía ha de erradicar la pobreza y reducir las desigualdades”
La Universidad de Deusto ha nombrado hoy, día 20 de octubre, doctora “honoris causa” por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Deusto Business School, a la filósofa Adela Cortina. Su servicio a la ciencia y a la sociedad a través de su docencia e investigación en el ámbito de la ética empresarial son algunas de las razones principales por las que se le ha otorgado este honor.
El centro académico también ha destacado su extraordinaria contribución al diálogo permanente entre los planteamientos filosófico-humanistas y el desarrollo económico y de las organizaciones. Con este reconocimiento, que se realiza con motivo del centenario de Deusto Business School, la Directora de la Fundación ÉTNOR, Ética de los Negocios y las Organizaciones, se ha convertido en la primera mujer en recibir un doctorado honoris causa en la Universidad de Deusto.
El Catedrático de Finanzas de Deusto Business School, Fernando Gómez-Bezares, ha ejercido de padrino y ha sido el encargado de hacer la “laudatio”, un texto en el que ha repasado la relación entre ética y economía, tanto históricamente como en nuestro tiempo, que si bien hoy en día algunos profesores e investigadores en Economía olvidan, tiene una conexión indudable cuya expresión más actual, en el mundo empresarial, son los conceptos de Sostenibilidad o de Responsabilidad Social Corporativa.
En su intervención, el profesor universitario ha hablado de lo que Adela Cortina denomina “ética de la sociedad civil” y que consiste en un intento de dotar de normas éticas a una sociedad pluralista, adoptando unos mínimos morales en base a los cuales se puede trabajar para avanzar hacia una sociedad más justa. Al respecto, la nueva doctora cree que el ser humano puede dotarse de unas normas morales desde la racionalidad, el diálogo y la cordialidad, con las que se logra fundamentar una ética mínima para luego aplicarla en la sociedad civil. Esa ética se basa en la justicia y en la compasión, desde lo que llama razón cordial.
Estas ideas de los estudiosos y divulgadores de la ética son las que, según Fernando Gómez-Bezares, deben ayudarnos a lograr un mundo donde los seres humanos “nos comportemos mejor con nosotros mismos, con nuestros contemporáneos, con las generaciones futuras, con el mundo que nos rodea…, actuando con justicia y con compasión, sobre todo con los más desfavorecidos. Adela Cortina ha aportado mucho en esa dirección”, ha concluido.
Lectio de Adela Cortina
A continuación, ha tomado la palabra Adela Cortina quien en su ‘lectio’ de ingreso en Deusto, ha recordado el objetivo que se propuso La Comercial desde sus orígenes en 1916: la formación de directivos empresariales, pertrechados con un bagaje universitario y con valores éticos. Y a partir de ahí, se ha centrado en la responsabilidad actual que las Universidades tienen de formar personas y ciudadanos.
Considera que en sociedades complejas, en cuyo funcionamiento la economía es un factor clave, las Universidades han de formar buenos profesionales, y no sólo técnicos. Asegura que así lo exigen las metas de la actividad universitaria, que consisten en formar profesionales eficientes con afán de verdad y con sentido de la justicia, en transmitir conocimientos, cultivar el hábito de la deliberación abierta y libre, y en impulsar una investigación que abra nuevos caminos para una economía ética.
La doctora Cortina ha añadido que estos nuevos caminos exigen potenciar la economía real frente a la financiera y asumir la convicción de que la economía no es sólo la ciencia que resuelve la escasez, sino también la que se propone erradicar la pobreza y reducir las desigualdades, haciendo de la reducción de la desigualdad un camino hacia el crecimiento. Opina, igualmente, que se han de fomentar modelos de economía social y solidaria, además de impulsar la responsabilidad social de las empresas desde una perspectiva ética, generando una economía inclusiva; sin olvidar cuidar de la naturaleza por el bien de las personas, entre otras.
Para Adela Cortina, estas propuestas son valiosas tanto para una ética de la economía y la empresa, que pueden compartir los defensores de una ética cívica, como también para los defensores de una ética de máximos, como la cristiana. Las dos tienen por núcleo el respeto a la dignidad del ser humano y el valor de la naturaleza que precisa cuidado. Por eso, defiende que deben trabajar codo a codo en la construcción de una economía y una empresa al servicio de las personas y de la naturaleza, apostando sin ambages por juegos de suma positiva, nunca por juegos de suma cero.
Discurso de José María Guibert
El último en intervenir ha sido el rector José María Guibert, quien ha recordado que entre las personas a las que Deusto ha concedido el doctorado honoris causa, los humanistas ocupan un lugar destacado. Asegura que esto no es casualidad pues la filosofía es central en el quehacer de una universidad; y dentro del quehacer filosófico, la ética tiene un papel especial.
La Universidad de Deusto, desde hace varias décadas, ha realizado una apuesta muy importante por la ética. En su modelo de formación se han trabajado estos años hasta treinta y cinco competencias genéricas, que cada titulación elige y prioriza de acuerdo a su perfil profesional. Entre estas competencias, algunas como el “sentido ético” y las relacionadas con la promoción de los derechos humanos, la cultura de paz y los valores democráticos, están presentes en todos los grados. Esto se garantiza a través del “Módulo de Formación Humana en Valores” que incluye dos materias obligatorias, una de las cuales es la asignatura de “Ética Cívica y Profesional” que se realiza en cuarto año. Esta asignatura la cursan 1350 alumnos al año, lo que supone 202.500 horas de trabajo dedicadas a leer, escribir, debatir, razonar, analizar y evaluar sobre temas éticos referidos a su profesión y a la construcción de una sociedad más justa.
Esta opción por la ética y los valores de la Universidad de Deusto también está presente en los másteres, cursos monográficos, sesiones de formación, seminarios, investigaciones, publicaciones y acciones de divulgación, así como en la manera en que se organiza la Universidad. En el caso concreto de Deusto Business School, un recorrido por sus cien años de historia refleja el interés sostenido en el tiempo por impregnar de valores humanistas la formación en el ámbito de la economía y la empresa.
Cuatro hitos ilustran esta constante. En el discurso de apertura de La Comercial, en 1916, se señaló como uno de los elementos principales que debían caracterizar a la nueva institución “formar la persona completa, enseñándole la moral que debe aplicar a sus negocios”. Cuarenta años más tarde, cuando se fundó la ESTE en San Sebastián, entre sus lemas figuraba el “formar personas antes que técnicos”. Siguiendo esa tradición, unas décadas después, se impulsó también en el campus donostiarra la licenciatura “Humanidades: Empresa”; y este mismo año, coincidiendo con el centenario de Deusto Business School, ha comenzado el grado “Filosofía, Política y Economía”, que pretende formar profesionales con una visión integral y humanista de las dinámicas políticas y económicas.
A estos cuatro hitos significativos se suman otras iniciativas como los seminarios que organiza el Centro de Ética Aplicada, el modelo de desarrollo socioeconómico que propone el Instituto Vasco de Competitividad – Orkestra o las actividades del Instituto de Estudios Cooperativos y DeustoBide – Escuela de Ciudanía, entre otras. En definitiva, la Universidad de Deusto se compromete con la formación de profesionales en sentido pleno.
“En Deusto nos tomamos en serio la ética y la promoción de valores humanos. No es para nosotros una cuestión de marketing, reputación o imagen institucional. Debemos conjugar la formación de profesionales que respondan a las necesidades de un mercado cada vez más competitivo con la formación de buenos ciudadanos que vivan su profesión como un servicio a los fines sociales del bien común, atendiendo al uso responsable de los medios y a las consecuencias sociales de sus acciones.”, ha manifestado el Rector.
En esta tarea, el Rector asegura que se ha de agradecer la aportación de personas como la profesora Adela Cortina quien a lo largo de su carrera ha participado y alentado muchos debates, iluminando la vida real con valores humanizadores. Una dilatada y vasta tarea de acompañamiento intelectual a multitud de agentes sociales, entre ellos muchos del mundo de la empresa, a los que ha ayudado a constituirse en sujetos responsables de su entorno. Se ha convertido así en referente para muchos que quieren llevar los valores éticos a su vida personal y profesional.
El discurso de José María Guibert discurso ha cerrado la ceremonia académica de mayor rango universitario y en la que no ha faltado la tradicional imposición de los atributos universitarios que son: la medalla como distintivo y muestra de la incorporación a la Universidad de Deusto; el Anillo emblema del privilegio de firmar y sellar, y símbolo de la unión con la ciencia; el Libro en señal de la Ciencia que “os cumple difundir y adelantar”; y el birrete laureado, antiguo y venerado distintivo del magisterio y premio tradicional en la Academia por los trabajos realizados. Todos estos honores han finalizado con el abrazo de incorporación a la Universidad de Deusto, entre la nueva doctora “honoris causa” y el Rector.