Por Jhoalys Siverio
Hace cinco meses se cortó la distribución de gas de 10 kilos en el sector III de 25 de Marzo en San Félix, estado Bolívar. La mayoría cocina a leña y otros queman plástico para improvisar un fogón dentro de la casa por las lluvias.
Hace cinco meses, a la par con el inicio de la cuarentena en Venezuela por la pandemia de COVID-19, el sector III de 25 de Marzo, en San Félix, contó por última vez con la distribución de bombonas de gas de 10 kilos, cilindros que rinden para cocinar en promedio unos 15 días.
La respuesta institucional de Bolívar Gas es que la distribución de gas doméstico se hace por circuito. De 23 consejos comunales que conforman el circuito 1, solo han despachado a dos. Al sector III de 25 de Marzo le corresponde el circuito 6.
El precio establecido para estas bombonas de gas es de Bs. 6.500, pero en el mercado negro se consigue en 5 dólares, comentó Moisés Pacheco, vecino de la comunidad.
“Los que pueden gastan sus 5 dólares. Yo tuve que vender un pollo de estos brasileños para comprar mi bombona. La mayoría cocina es a leña, que antes un paquetico costaba 50 mil bolívares, y ahora te lo venden en 100 mil. Entonces cuando está lloviendo, la gente tiene los fogones dentro de las casas. Estamos en un retroceso en el tiempo”, denunció.
Quema de leña y plástico
En la casa de Geraldine Bonilla viven siete personas, incluidos cinco niños. En su caso utiliza una cocina eléctrica prestada.
“Me prestaron una cocina eléctrica, pero cuando esa persona la necesita, se la tengo que ir a llevar, entonces hay que cocinar a leña. A veces se usa es plástico porque no tenemos leña”, detalló Bonilla.
“De paso, la electricidad es fatal. Llueve y se va la luz, y con esos apagones se puede dañar la cocina eléctrica”, agregó Bonilla.La constante quema, tanto de leña como de plástico, incluso dentro de las viviendas, ha incidido en un recrudecimiento de enfermedades respiratorias en los más de 7 mil habitantes del sector III de 25 de Marzo. Esto sumado a los contagios de COVID-19 que, aseguran, hay en la zona.
Para Jesús Rodríguez han vuelto a la prehistoria. “Hemos llamado a los entes y no nos dan la cara para dar una respuesta contundente. Con ese cronograma de distribución por circuito no vamos a aguantar. Los que usan cocina eléctrica tienen unos cinco o seis palitos de leña en la casa por si se va la luz”.
Señaló que es constante ver una gran humareda en el sector, cuando coinciden en la hora de cocinar. “Ya sufrimos de problemas de la garganta y estamos teniendo problemas para respirar. Cuando cocinamos tenemos que ponernos un paño tapándonos la nariz”.
En las últimas semanas son constantes las protestas por gas doméstico en Ciudad Guayana. Este miércoles 12 de agosto lo hicieron residentes del sector Vista Alegre, en San Félix, donde tienen aproximadamente seis meses sin despacho de bombonas.
Consecuencias para la salud
De acuerdo con el estudio del V Simposio Mundial sobre Investigaciones de Sistemas de Salud (HSR2018) en Liverpool, Reino Unido, demostró que cocinar a leña a largo plazo se relaciona con enfermedades respiratorias como bronquitis, neumonía, incluso cáncer de pulmón, además de afecciones cardiovasculares por la constante inhalación de humo.
La quema de material plástico también genera gases tóxicos altamente contaminantes.
Puede que el humo huela bien, pero no es bueno para la salud. La mayor amenaza del humo proviene de las partículas finas, también llamadas material particulado o PM2,5. Estas partículas microscópicas pueden entrar en los ojos o sistema respiratorio, y provocar ardor en los ojos, goteo nasal, y enfermedades, como bronquitis. Las partículas finas pueden empeorar los síntomas del asma y desencadenar ataques de asma. También pueden desencadenar infartos de miocardio, ritmo cardíaco irregular e insuficiencia cardíaca, en especial en personas que ya están en riesgo por estas enfermedades.