Felices los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios. (Mt 5,9)
CNL
Como Consejo Nacional de Laicos de Venezuela (CNL) nos dirigimos a todos los venezolanos ante la proximidad de la jornada electoral del próximo 15 de octubre. Los invitamos, en particular, a tomar conciencia de la relevancia de este acto electoral. Ante Dios y las generaciones actuales y futuras, tenemos la responsabilidad de promover la dignidad humana, la libertad, la justicia y la paz.
El Consejo Nacional de Laicos:
- Denuncia la penosa situación de crisis humanitaria e inflación descontrolada que padece el pueblo de Venezuela. Por falta de alimentos y medicinas numerosos venezolanos sufren de enfermedades y mueren a diario en toda la geografía del país. El hambre y la malnutrición afectan principalmente a mujeres, ancianos y niños. La FAO ubicó a Venezuela como la segunda nación con la mayor prevalencia de personas subalimentadas en América Latina y el Caribe. Nueve de cada diez familias afirman no tener ingresos suficientes para comprar alimentos. En 70 % de los hogares ha disminuido drásticamente la cantidad y calidad de la alimentación. (Cáritas, Informe 2017)
- Resalta que los niños menores de 5 años son las víctimas principales del hambre. En los últimos 4 meses la desnutrición aumentó 14 puntos, situándose en un 15 %, lo que representa un nivel de “emergencia” (Cáritas, Informe 2017). Según la FAO, hay 4.1 millones de niños desnutridos, y este año se alcanzó el mayor índice de desnutrición de la población de Venezuela en 25 años.
- Reconoce también en esta hora difícil y de tanto dolor y angustia para los venezolanos, signos evidentes de solidaridad y compromiso democrático, programas e iniciativas de evangelización y de atención humanitaria en favor del bien común. Como laicos debemos trabajar con fortaleza, fe y valentía, dando ejemplo y testimonio de una “Iglesia en salida”, con gestos de fraternidad y acciones concretas y el desprendimiento de intereses y posiciones personales, reconozca al otro y camine en la búsqueda del bien común de todos los venezolanos.
- Invita a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, sin temor alguno, a asumir la responsabilidad como ciudadanos, participando en las áreas y sectores que les corresponde en la vida nacional.
- Manifiesta que, en medio de tanto dolor y penuria económica y social, violencia, inseguridad, corrupción e impunidad, se abre una luz de esperanza y de cambio este próximo 15 de octubre. Los venezolanos, particularmente los cristianos, somos interpelados para hacer todo lo posible de manera pacífica, rescatar la democracia y ejercer el voto que propicie el cambio político que reclama Venezuela.
- Reconoce que el voto este 15 de octubre se convierte, por una parte, en una herramienta democrática para protestar por la inmensa crisis que nos agobia producto de la implantación del Socialismo del Siglo XXI y su expresión en el llamado Plan de la Patria generador de toda esta ruina ética, económica y social; y por la otra, el voto constituye un freno al totalitarismo que pretende imponer la ilegal e inconstitucional Asamblea Nacional Constituyente, entidad antidemocrática, cuya única misión es perpetuar el sistema totalitario, militarista y represor existente.
- Por lo antes expuesto, invitamos a todos los venezolanos de buena voluntad a salir de sus casas y acudir cívicamente a su centro electoral a votar el próximo 15 de octubre, y no faltar a nuestro deber ciudadano. Nos unimos y respaldamos íntegramente, el Mensaje emitido por la Presidencia de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), el pasado 5 de octubre.
- Finalmente, acogemos el llamado de la Conferencia Episcopal Venezolana para que el próximo viernes 13 de octubre, se organice en todas las comunidades eclesiales una Jornada de Oración por Venezuela. Hacemos un llamado también a las familias, organizaciones públicas y privadas, instituciones educativas, medios de comunicación, a la sociedad civil en general, a sumarse masivamente a esta Jornada.
Los cristianos tenemos la certeza de que Jesucristo, Dios y hombre verdadero, nos bendice. Como católicos encomendamos estas intenciones a la maternal intercesión de María de Coromoto, nuestra Patrona Nacional.