Por Ary Waldir Ramos Díaz
El papa Francisco advirtió sobre el riesgo de dos sínodos: uno en el aula y otro fuera. Los titulares de algunos grandes medios indican erróneamente que el Vaticano, ante la escasez de sacerdotes en Amazonia, considera ordenar a hombres casados. En cambio, se trata de una propuesta que viene directamente de las comunidades de los pueblos originarios en la Amazonía.
Desde el primer día (en la segunda congregación general) se ha discutido sobre la cuestión de los viri probati, descrita en el documento, así como también de otros temas respecto a la ecología integral. El Papa y los 283 participantes – 185 padres sinodales y otras 98 personas, en su mayoría expertos en la Amazonia, incluidos 16 representantes de pueblos indígena- en el Sínodo no están armando un complot para abolir el celibato en la Iglesia Universal, como se insinúa en ese sínodo externo, imaginario y paralelo.
El Papa afirmó que el Sínodo tiene varias dimensiones: cultural, social y ecológica. Pero, destacó que la dimensión pastoral es la que “abarca todo”.
1. Documento de trabajo ‘mártir’
En este sentido, Francisco en la apertura de este lunes de los trabajos del Sínodo sobre la Amazonia ha asegurando a los participantes que el Instrumento laboris es un documento “mártir” destinado a ser destruido y que hace parte de una reflexión franca y abierta sobre el cuidado pastoral de los pueblos de la Amazonia.
Un Sínodo es un camino de escucha, guiado por la mano el Espíritu Santo, como planteó el Papa: “Se hicieron consultas, se discutieron en las conferencias episcopales, en el Consejo Presinodal, se elaboró el Instrumentum laboris, que como saben es un texto mártir destinado a ser destruido, porque de ahí es como punto de partida para lo que el Espíritu va a hacer en nosotros. Y ahora caminar nosotros bajo la guía del Espíritu Santo”.
En efecto, en la presentación del evento a la prensa internacional, el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo, había explicado que el Instrumento laboris no es un documento pontificio, ni magisterial.
El Sínodo es un órgano consultivo y el documento de trabajo, que ha causado tantas polémicas dentro y fuera de la Iglesia, resume las propuesta de cerca de 80.000 voces provenientes de los pueblos originarios y de una parte de la iglesia panamazónica.
Cierto, es que no se pueden callar las voces que gritan al cisma, la apostasía silenciosa o la herejía y amplificadas en los medios porque hacen parte de la otra cara de la medalla. Sin embargo, el Cardenal Lorenzo Baldisseri, bien explicó en conferencia de prensa el 3 de octubre que el Instrumentum laboris es el resultado de dos años de trabajo independientemente de la críticas y resultado de las asambleas en las que “los obispos responsables directos de la evangelización escuchan al pueblo” y el documento “es la síntesis”.
2. Ecología integral
Se debatirá sobre los “viri probatis” porque desde esa región del mundo se expone al Papa y a los obispos, la necesidad de ordenar a indigenas católicos en zonas remotas de la Amazonía donde pueden pasar años o meses antes de que un sacerdote pueda dar los sacramentos a la comunidad.
No obstante, este no es el único tema y la decisión final debería pasar por un largo proceso, donde la voz final la tiene el Papa. Para muestra de la variedad de temas importantes, en la segunda congregación general se reflexionó sobre de ecología integral, el protagonismo de los jóvenes, la protección de las aguas subterráneas, los combustibles fósiles y la cuestión climática, los ritos indígenas y, por último, se hizo mención de los viri probatis.
3. Viri probatis
Según, informó el Vaticano, algunas intervenciones de ayer se centraron en la cuestión de los llamados viri probati, descritos por el Documento de Trabajo Sinodal como una de las propuestas para asegurar frecuentemente los Sacramentos, donde la escasez de sacerdotes es particularmente marcada.
Se trata de una necesidad legítima -se dijo en el Aula del Sínodo, pero que no puede condicionar un replanteamiento sustancial de la naturaleza del sacerdocio y de su relación con el celibato, prevista por la Iglesia de rito latino.
Más bien, se sugirió que la pastoral vocacional se lleve a cabo entre los jóvenes indígenas, para favorecer la evangelización incluso en las zonas más remotas de la Amazonía, de modo que no se creen “católicos de primera clase” que puedan acercarse fácilmente a la Eucaristía y “católicos de segunda clase” que están destinados a permanecer sin el Pan de Vida durante dos años seguidos.
4. Religiosas que bautizan porque no hay sacerdotes
“Nosotras ahí estamos presentes, en cada uno de estos lugares. ¿Qué hacemos? Pues, lo que puede hacer también una mujer: acompañamos a los indígenas en los diferentes eventos; cuando el sacerdote no puede hacer presencia y se necesita que haya un bautismo, pues nosotras bautizamos”, ha declarado la religiosa Alba Teresa Cediel Castillo, hermana de las Misioneras de María Inmaculada y de santa Catalina de Siena, durante el encuentro con la prensa el 7 de octubre, tras la primera reunión del Sínodo por la Amazonía.
Faltan sacerdotes. No es una opinión. La religiosa agregó: “Si hay la posibilidad de que alguien se quiere casar, pues nosotras también hacemos presencia y somos testigos de ese amor de esa pareja. Y muchas veces nos ha tocado escuchar en confesión, no hemos dado la absolución, pero en el fondo de nuestro corazón, nosotros hemos dicho -con la humildad de que este hombre, o de que esta mujer se acerque a nosotras por situaciones de enfermedad y ya próxima la muerte-, nosotros creemos que Dios Padre también actúa ahí”. Las palabras de la religiosa describen las dificultades vividas en las aldeas amazónicas.
5. El voto de las mujeres en el Sínodo
El voto de las mujeres en un Sínodo para obispos es otro tema presente en ese sínodo paralelo, simbólico en los medios. Lo cierto es que el Papa ha querido una mayor presencia de mujeres. El cardenal Baldisseri informó que el número total de mujeres que participan en el trabajo sinodal es de 35: 2 son invitadas especiales, 4 expertas (de las cuales 2 son religiosas) y 29 auditoras (de las que 18 son religiosas).
A pesar de ello, en el Sínodo, las mujeres no tienen voto. Pero, algunas de ellas pueden exponer sus puntos de vista sobre las cuestiones vitales al orden de los trabajos. Entre los diversos participantes en el Sínodo, hay 17 representantes de diferentes pueblos originarios y grupos étnicos indígenas, entre los cuales hay 9 mujeres. Francisco en el anterior Sínodo de la Juventud concedió el voto a los religiosos (varones) no sacerdotes, eso fue una novedad.
La religiosa Alba Teresa Cediel Castillo dijo a la prensa en Roma que “piano, piano” (poco a poco), la Iglesia se acerca cada día más a abrir espacios a un papel más activo de la mujer en la toma de decisiones. “¿Que la participación de la mujer tiene que ser mucho más grande en la vida eclesial? Yo creo que sí, pero poco a poco. Vamos a llegar allá, pero no podemos presionar ni pelear sino dialogar”. Por otro lado, María Luisa Berzosa de la compañía de Jesús, presente en el Sínodo, en declaraciones a AlfayOmega, afirmó que este asunto no ofrece “dudas canónicas ni teológicas”. Se trata, sostiene la religiosa española, de “una evolución natural”.
Fuente: https://es.aleteia.org/2019/10/08/5-claves-sobre-el-sinodo-de-la-amazonia-presentes-en-el-imaginario-mediatico/